La ciudad de Orizaba es un importante bastión del PRI veracruzano, tanto así que en las pasadas elecciones no sucumbió a la ola guinda y fue conservada con relativa facilidad por el candidato abanderado del tricolor, Juan Manuel Diez Francos, quién la gobernará por tercera ocasión.

Desde la época en que “se acabaron los caudillos y surgieron las instituciones”, Orizaba ha estado gobernada por el PRI, a excepción de tres periodos en que el PAN tomó la batuta, son los comprendidos entre 1994-1997; 1997-2000 y 2004-2007. Fue precisamente en el último de los mencionados que surgió la figura de Diez Franco que impidió que el entonces alcalde blanquizul, Emilio Stadelmann López, prolongara a su partido en la silla embrujada del Ayuntamiento; tras la primera victoria de Diez se inició el desarrollo de la ciudad y se conservó la hegemonía del tricolor durante las más recientes administraciones, cuatro para ser exactos, y van por la quinta.

El actual alcalde Igor Roji hizo un papel destacado, los reconocimientos internacionales a su administración le han llovido; sin embargo después del pasado proceso quedó en claro que el mero mero petatero en Orizaba es Juan Manuel; quién después de este importante triunfo y si logra hacer una buena labor al frente del Ayuntamiento durante los primeros dos años, se perfilará como una de las opciones más sólidas para encabezar la candidatura al Gobierno del estado para el 2024; por encima del Clan del Estero que andan peleado con medio mundo, tendrá mayor posibilidad que Héctor y Pepe Yunes, que fueron ya candidatos del PRI y son lejanos a la militancia, mientras que Diez lo fue por la alianza “chile, mole y pozole” que seguramente se concretará nuevamente para las próximas elecciones.

La noche es joven para iniciar el “destapadero” de candidatos, sin embargo ya es el tema de moda en todos lados, eso seguramente porque a los veracruzanos nos encanta el futurismo político; en ese tenor va una premonición más: “el partido que decida primero a sus candidatos se colocará con mayor posibilidad de triunfo”; el tiempo nos dará la razón.