EL TRISTE ADIOS DE UN GRANDE DE LA ALQUIMIA
Xalapa. Ver: Adiós /
Todo por derivar se acaba y acaba por no servir


Xalapa. Ver / 2021-06-15

Con el fin de la jornada electoral se fue uno de los grandes de la alquimia política: Ranulfo Márquez. Y se fue cabizbajo, desaliñado y sin duda arrastrando los pies, según lo muestra una fotografía. Atrás quedaron los triunfos estentóreos y el darle vuela a la rueca para que triunfara el perdedor, atrás quedaron las palmaditas en la espalda y el invariable reconocimiento del gobernador que siempre remató con la frase: “Eres grande Ranulfo”, que lo hacía sonrojarse.

Imposible olvidar aquel 2010 cuando Ranulfo llegó al puerto de Veracruz y gracias a sus artes de alquimista maromeó los votos para que Carolina Gudiño ganara en la mesa, la alcaldía de Veracruz que su oponente Julio Saldaña había ganado en las urnas.

O aquella ocasión en 2013 en que lo sorprendieron repartiendo despensas de la Sedesol a cambio de votos y el escándalo fue tal, que el PAN y el PRD amenazaron a Peña Nieto con salirse del Pacto por México si no se castigaba a Ranulfo. Pero al alquimista del PRI le pelaron los dientes.

Que el tricolor tenía problemas en la elección de Pánuco, allá iba Ranulfo Márquez “El Cabeza de lata” a desfacer el entuerto. Que había broncas en las Choapas, hasta allá se trasladaba Ranulfo y todo se solucionaba.

Su vocación por la alquimia lo llevó a favorecer a la oposición hasta que se dieron cuenta en su partido y amenazaron con echarlo. Pero eso le valió gorro. Sus buenos oficios fueron requeridos por Morena que lo envió al puerto de Veracruz donde su candidato Ricardo Exsome perdía por casi 3 mil votos ante la candidata de PAN, Patricia Lobeira.

El viejo tramposo llegó al OPLE del puerto jarocho disfrazado de representante del Partido Verde, sacó su equipo de alquimia y… y… y… esta vez la magia falló. De ahí que saliera cabizbajo y derrotado.

Fue triste verlo partir quizá para siempre de la política, llevando sus frasquitos con pócimas que esta vez valieron para puras vergüenzas.