Quizá para atemperar la tormenta que está por venírsele encima, el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, dice a quien lo quiera escuchar (y a los que no, también se los dice) que no tiene nada que ocultar y que las finanzas de su gobierno gozan de cabal salud.

Agregó que cerrará bien su administración. “Tanto CMAS como el Ayuntamiento tienen que cerrar bien, y por supuesto, hasta el último día se diciembre tenemos responsabilidades para atender las necesidades de la ciudadanía”.

No deja de ser extraño que hable de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, cuando hace apenas unos días dijo que al interior de la CMAS “opera una red de corrupción que no se ha podido erradicar”.

Y es verdad, en la CMAS opera una red de mafiosos encabezada por su jefe de asesores; un sujeto que al parecer tiene licencia para corromper… expedita por el propio alcalde.

La CMAS es uno de los pendientes más graves que deja el xochimilca a la siguiente administración y por ahí lo pueden torcer. Sin contar con presuntos delitos por malversación de recursos públicos, desvío de esos recursos, precios de obras inflados y los subejercicios.

Pero Hipólito no parece dimensionar la magnitud de los problemas y quizá por eso declara envalentonado: “Bienvenidas todas las auditorías, si las hace el ORFIS, la Auditoría Superior de la Federación y las que haga el siguiente alcalde son bienvenidas”.

A ver si piensa lo mismo cuando ande a salto de mata.