Por años los tuxpeños estuvieron esperando una súper carretera que los conectara con más rapidez a la capital de la república y por generaciones los hicieron esperar. Hasta que por fin en 2014 quedó la súper autopista que convirtió a ese municipio en el puerto más cercano a la Ciudad de México, ya que de seis horas el recorrido bajó a tres.

Y ya sabrá usted, no faltó el politicastro que dijera: “Preparémonos para recibir a miles de turistas. Preparémonos para ver crecer nuestra economía”.

¿Y? Pues nada. Tuxpan sigue igual, aunque con súper carretera.

¿Qué fue lo que pasó? Que no existe una amplia gama en oferta de servicios, dijo Gabriel Gómez Ruiz, presidente de la Asociación de Prestadores de Servicios Turísticos. El empresario agregó que los turistas que recibe el puerto son de un día o dos y gastan en promedio entre mil 200 y 500 pesos.

Es decir, llegan el fin de semana, duermen una noche en un hotel baratón casi no visitan restaurantes sino que comen antojitos y se van. ¿Por qué se van? Porque Tuxpan no tiene atractivos qué ofrecerles.

Gómez Ruiz dijo que los atractivos son la playa y la gastronomía, pero deben “vender” mejor al puerto diversificando sus atractivos cosa que no han hecho. Y lamentó que la actual administración municipal no haya auspiciado programas para mejorar el turismo.

Y francamente no creemos que mejore el asunto si llega a la alcaldía un sujeto corrupto e impresentable como José Manuel Pozos Castro (la elección que presuntamente ganó sigue en los tribunales), que sólo ha visto para él en los diferentes cargos públicos que ha ocupado.

Si los prestadores de servicios turísticos desean mejorar, tendrán que hacerlo por su propio esfuerzo y no poner sus esperanzas en un tipo como Pozos Castro que simplemente no los apoyará.