Tenía más o menos una semana Javier Duarte de haber presentado su renuncia a la gubernatura de Veracruz, cuando un bolero del parque Juárez hizo pública la denuncia de que el ex mandatario estatal le había quedado a deber lo de unas boleadas.

“Últimamente me decía ‘te va a pagar Fulano o te va a pagar Zutano’ que eran miembros de su ayudantía, pero nunca me pagaron. El señor me quedó a deber lo de siete boleadas”, dijo el agraviado.

Y si nunca le pagó al bolero, menos a los proveedores de su gobierno a los que dejó colgados de la brocha con varios millones de pesos de adeudo.

Y es que a quién no le quedó a deber Javier.

Ahora se sabe que contrató el malware de Pegasus a través de la Comercializadora de Soluciones Integrales Mecale… y también les quedó a deber.

Como usted bien sabe estimado lector, el programa Pegasus se vende a gobiernos para combatir el terrorismo y la delincuencia organizada y generalmente lo compran gobiernos de los países, pero don Javier lo compró para el estado de Veracruz.

¿Sería para espiar a los malosos o a sus enemigos?

Vaya usted a saber, pero el chiste es que quedó a deber 3 millones 268 mil 631 pesos con 53 centavos de un adeudo de 7 millones 626 mil 806 pesos con 92 centavos. Es decir, el ex gobernador nomás pagó el anticipo y anticipadamente se fue.

Pero ahí no termina el asunto, la Comercializadora de Soluciones Integrales Mecale, es señalada por la Unidad de Inteligencia Financiera de Santiago Nieto, como una empresa fantasma o fachada, de esas a las que Javier recurrió muy a menudo para hacer sus trácalas. Por lo que aquí la pregunta es ¿a dónde se fueron realmente los más de 3 millones de pesos que pagó el gobierno de Veracruz por Pegasus? Y sobre todo, dónde rayos está ese malware, software o como se llame.