Como siempre, el ejemplo de civilidad lo dieron los ciudadanos. Esto lo decimos porque los votantes ejercieron este domingo su derecho al sufragio a pesar de la violencia, coacciones, amenazas y cuidándose del coronavirus. Y todos lo hicieron en orden.

Lo hicieron en medio de alegatos de fraude que a las cinco de la tarde (cuando aún no se cerraban las casillas) ya se escuchaban en algunos puntos del país. Lo hicieron en medio de la compra de votos realizada sin el menor recato. Y lo hicieron a pesar de la falta de garantías de las autoridades.

Como siempre, la estrellita en la frente se la llevaron personas como usted amable lector que sufragaron a pesar de la sequía que cubre la mitad del territorio y del solazo canicular; a pesar de las boletas “extraviadas” y de que no se abrieron 30 casillas; a pesar del señor presidente que metió las manos en la elección como en tiempos de don Porfirio. Y a pesar de los pesares porque salió a votar más del 50 por ciento de los inscritos en el padrón.

Ojalá esto lo valoren los sujetos y sujetas que en unos meses gobernarán estados y municipios. Y también lo valoren quienes legislarán en las Cámaras. Ya no se vendan, no sean hijos de la mala vida. Dignifiquen los cargos públicos que les dieron los mexicanos con el sufragio. Y por favor si van a robar, que sea poquito.