En el caso de las pluris´ del PRD, los que bailaron se van a sentar y los que estaban sentados van a bailar, esto porque no están incluidos los allegados al ex Secretario de Gobierno encarcelado; en el caso del PAN el Chapito favorece a quienes nunca fueron sus aliados y sacrifica a su impulsor más aguerrido, a Omar Miranda Romero, quitándole la pluri que le correspondía por derecho; despues de que no pudo resolver la candidatura de Bingen.

Al parecer a Joaquín G. Avilés le dio el Síndrome de Estocolmo y entregó plurinominales a quienes lo tuvieron secuestrado desde el Congreso, en una de esas decisiones carentes de gratitud, de inteligencia y de progenitora; que deja a Omar Miranda sin candidatura, sin curul y sin nada que compense el hecho de que gracias al apoyo del diputado xalapeño, el Chapito logró sentarse en la silla embrujada del CDE del PAN… ¡Pero hay un dios! Que odia a los tibios, y más a los traidores.