Fidel Herrera, entonces Gobernador; estaba en el ojo del huracán después del audio “del Fogoso”; en esos días había una reunión de la Conago, lo que generaba expectación del cómo llegaría Fidel a enfrentar ante sus homólogos el hecho; todos esperaban verlo cabizbajo, abochornado y evadiendo el tema, cuál fue su sorpresa que Fidel llegó con una grabadora de bolsillo en la mano y puso la el audio en medio de una mesa en la que se encontraban reunidos un buen grupo de Gobernadores; dejó correr la cinta y al concluir expresó: “¡Ese tipo es muy bueno, un gran actor; imita mi voz perfectamente!”, y se retiró.

Quizás Héctor Yunes pudiera argumentar lo mismo, porque después del audio de sus negociaciones múltiples, el PRI ya amenaza con expulsarlo con lo que quedaría fuera de la candidatura que promete buscar por segunda vez; y Morena con congelarlo ¡Que diga que es un artista de la voz, y no es él!