Los xalapeños jamás se hubieran enterado de quién es Osbaldo Martínez Gámez y menos que este sujeto es regidor décimo tercero del Ayuntamiento de Xalapa, de no ser por las Olimpiadas de Japón. ¿Acaso es algún plusmarquista que pondrá muy en alto el nombre de la capital estatal con alguna medalla aunque sea de bronce?

No, para nada.

Osbaldo es un burócrata asalariado que agarró calle (o mejor dicho agarró vuelo) y se fue a la tierra del Sol Naciente a pasarse unos días de solaz y esparcimiento. El problema es que no pidió permiso ni al cabildo y menos al alcalde al que ya no pelan ni sus empleados y Osbaldo es uno de ellos.

Y para que todo mundo se purgara de envidia subió unas fotos a sus redes, en donde se describe como “ciudadano del Mundo. Luchador Social y Operador Político...” Es por lo publicado en si Facebook que se supo dónde anda.

Furioso por la acción, el alcalde Hipólito Rodríguez dijo que esas eran fregaderas porque el funcionario debió avisar ya que a pesar de la pandemia nadie se ha tomado vacaciones.

Pero para qué se enoja, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo si un sujeto falta tres días o más a su chamba sin justificación alguna se le corre y punto.

Aunque la verdad sea dicha, no creemos que eso le quite el sueño a Osbaldo.

Lo que sí está obligado a explicar es cómo le hizo para pagarse un viajecito a uno de los países más caros del mundo. Un ejemplo, una rebanada de melón por la que usted paga aquí entre 3 y 5 pesos, en Japón cuesta el equivalente de 300 pesos mexicanos.

Si ese dinero salió de sus ahorradores bolsillos que bien, pero si salió del cajón del erario… aguas.

Por lo demás, lo corran o lo suspendan, a Osbaldo nadie le quita lo bailado.