¡AHUED NO ES LA DIVINA GARZA!
Xalapa. Ver: ¡AHUED NO ES LA DIVINA GARZA! /
SAN LUNES/Por El Tlacuilo


Xalapa. Ver / 2020-11-16

CANDIDATO DE PLÁSTICO
En su primera campaña, Ricardo Ahued fue un candidato de “plástico”; no nos referimos a lo superficial, sino a que se granjeó la simpatía de los partidos políticos regalándoles de su tienda -para sus campañas- vasos, cantimploras, sándwicheras, bacinicas y demás productos de plástico; no usamos el plural al mencionar a sus negocios de Casa Ahued porque cuando incursionó por primera ocasión rumbo a la alcaldía, solamente contaba con un establecimiento, el de la calle Revolución; fue ya siendo presidente municipal cuando terminó Clavijero y de ahí para acá de golpe y porrazo le llegó la prosperidad.

ALCALDE SIN SUERTE NO ES ALCALDE
Durante el tiempo de su administración, Ahued Bardahuil tuvo dos factores a su favor, su carisma personal y la obsesión de Fidel Herrera por repuntar al PRI en el poder, recordemos que cuando el oriundo de Nopaltepec llegó a la gubernatura tenía un Congreso local en contra, con mayoría panista. Además en el territorio del estado existían un elevado número de Ayuntamientos en manos de los partidos opositores al Tío Fide.

En aquel entonces, recién el PRI con Ahued de candidato había recuperado la capital del estado que había estado dos periodos en manos de PRD-Convergencia; eso preocupaba a Fidel a pesar de que el entonces alcalde Escobar Pérez ya le había dado la espalda a Dante y a Villalpando, declarándose el más alemanista del mundo mundial.

Para granjearse la buena voluntad del electorado, Fidel le invirtió a Xalapa mucho en obra pública, incluso hasta le puso una de relumbrón monumental e innecesaria, se trata del montón de fierros apodado “La Araucaría”, del escultor chihuahuense y compañero de escuela de doña Rosa Borunda, Enrique Carbajal “Sebastían”.

La estrategia de abrirle impresionantemente las llaves del presupuesto de Sefiplan a Xalapa funcionó tanto que el PRI se quedó durante cuatro administraciones, tres más después de Ahued.

Ricardo Ahued por su parte hizo un trabajo decente al frente del Ayuntamiento y se dejó llevar por la marea roja. Mientras que el gobierno estatal le hacía la chamba, él dedicó su tiempo a terminar su educación secundaria y a atender una demanda que presentó en contra de la empresa Proactiva, administradora del relleno sanitario; misma querella que perdió en tribunales que lo obligaron a pagarle hasta la risa a los dueños de tiradero de basura… y de manera retroactiva.

LEGISLADOR SIN PENA NI GLORIA
Como diputado federal y local cuestionó las decisiones de los gobiernos tanto estatal como nacional, mismos que eran encabezados por personajes del partido que lo había abanderado para llevarlo a las mieles del poder ya en tres ocasiones, eso en política no es bien visto pero la gente le aplaudió su actitud contestataria.

Ahued concluyó su largo paso por el PRI (nueve años) como las aves que cruzan el pantano y no se manchan el plumaje, es hábil para aparentar que hace mucho, pero si sometemos a escrutinio su trayectoria en una la mesa de trabajo, nos damos cuenta de que nunca generó beneficios ni para Xalapa ni para el estado, en ese sentido ha pasado sin pena ni gloria por los Congresos.

AHUED MORENO
De un de repente Ricardo Ahued nos resultó “cuartotransformador” y hasta para Gobernador se anduvo candidateando, proyecto que no logró cuajar pero de premio de consolación obtuvo la nada despreciable candidatura al Senado, tomado de la mano de Rocío Nalhe, de la que nunca se volvió a soltar.

Para no perder la bonita tradición de morder la mano que le da de comer, ya instalado en su curul con Morena, Bardahuil se dedicado a criticar al alcalde Hipolento, al Gobierno de Veracruz y hasta al de López Obrador; emulando el principio de que nunca es conveniente darle alas a los alacranes.

Ignoramos si porque ya no soportaban sus desplantes legislando o porque le vieron espolones que no tiene, pero Ahued fue sacado del Senado para enviarlo a una de las direcciones más complejas y más propensas a la corrupción, la dirección de Aduanas, de donde salió corriendo porque le dio miedo la manera de operar de su nueva jefa.

Desconocemos también los requisitos académicos para ser Director de Aduanas, pero Ricardo siendo alcalde de Xalapa (2005-2007) logró apenas completar la secundaría; desde entonces no ha conseguido avanzar mucho en sus estudios, pues su ficha técnica del Senado señala que su último grado de escolaridad cursado es la escuela preparatoria; dato que deberían tomar en consideración quienes lo mencionaron como relevo en la Secretaría de Gobierno, pues hasta donde sabemos los secretarios sí están obligados a tener título profesional; es decir que Astorga si puede suplirlo en el Senado, pero Ahued no podría relevarlo en la Secretaría de Economía.

La historia del paso por Aduanas es de todos conocido, el primo de Mauricio Garcés no pudo con el paquete y se rajó como los machos; se regresó a su curul en el Senado y hasta el apellido le cambió a su suplente, que antes era Pérez Astorga pero ahora es Pérez “Estorba”.

AHUED, EL CANDIDATO A TODO
Durante su intermitente paso por el Senado, Ahued no ha hecho casi nada por Veracruz, lo notamos más si comparamos sus primeros dos años con los de José Yunes Zorrilla, el oriundo de Pachuca Hidalgo no lleva ni siquiera el 3% de los recursos que bajó el peroteño.

Por esos motivos uno que es preguntón se pregunta: “¿Qué virtudes tiene Ahued para que lo consideren la panacea que soluciona todo?”
Que si hace falta relevar a Cisneros, sus fan dicen que Ahued haría mejor papel; que si llamaran a Cuitláhuac en México, el hombre de Casa Ahued debería de entrar al quite para hacer milagros.

Usted no lo va a creer pero incluso hay ya una bola de “grillos” desinformados que hasta lo están candidateando para ser el abanderado a Gobernador de Morena para el próximo sexenio.

¡Ah jijos! Sería bueno que antes de postularlo primero lo mandaran a sacar su título profesional en la “noturna”; ya después de eso que lo encarten para lo que quieran, hasta para presidente de la ONU.

ES BALÍN
Analizando los más de once años que lleva Ahued Bardahuil enchufado en el poder oficial a través del PRI y de Morena, nos damos cuenta de que no es la divina garza; más bien es un patito feo pero con mucha suerte y carisma; que es bueno para embaucar gente y es extraordinario escapista que robalea para no “contaminarse” del partido que lo arropa.

En este momento se rumora en un círculo muy cerrado que será postulado nuevamente a la alcaldía de Xalapa, en esta ocasión por Morena ¿le suena descabellado? (sin alusión al peinado de Ahued); pues ya lo veremos.