LOS MOTIVOS
El Frankensteín al que apodaron Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, surgió de la febril imaginación de Gina Domínguez Colio, con el único propósito de acallar las voces críticas nacionales que ya etiquetaban al entonces Gobernador como “asesino de periodistas”, las descalificaciones iban en aumento y se requería un grupo de “prensa” incondicional que les cubriera las espaldas, total, para eso estaba el dinero de todos los veracruzanos, para pagar a precio muy alto con recursos públicos a una caterva de solapadores para qué, simularan defender al gremio; así se diseñó desde la oficina de la Coordinación de Comunicación Social de Javier Duarte, así nació y así ha seguido siendo durante tres mandatos estatales y dos presidencias de la Comisión.


CACA DE GA-LLINA
El diseño de las funciones de la CEAPP surgido de puño y letra de Gina Domínguez fue intencionalmente acotado y redactado con la ambigüedad necesaria, lo podríamos llamar quizás “ley caca de gallina”, porque al igual que ese excremento la Comisión ni huele ni hiede; tanto así que lleva años con dos vocalías acéfalas sin que suceda nada.

Quienes han tenido en sus riendas la administración del organismo están felices de operar bajo esas condiciones; tan conformes están que a cada paso justifican su falta de intervención en asuntos laborales, sociales y hasta de salud de los periodistas, diciendo que son cuestiones que no están dentro de sus atribuciones; sin embargo durante sus ocho años de existencia no han presentado ni una sola iniciativa ante el Congreso que les permita ampliar sus atribuciones o impulsar leyes que realmente protejan al gremio.

Es más ni tan siquiera han llevado a cabo la totalidad de las acciones a los que los obliga su pinchurrienta y limitada ley.

CEAPP OFICIALISTA
Al momento la Ceapp se encuentra sin pies ni cabeza, no es extraño porque así ha estado siempre; sus Consejeros arrastran intereses del gordobes y sobre todo del choleño, algunos llegaron al cargo a través de chillarle al Gobernador en turno su desgracia económica; y mientras que el Articulo cinco de su ley mandata que sus “integrantes deben ser periodistas de prestigiada trayectoria profesional, representativos de medios de información, comunicación o difusión colectiva de carácter escrito, radiofónico, televisivo o electrónico”; casi ninguno de los actuales resistirían el crisol de esa prueba.

A LO QUE VIENE
Pero como diría el filósofo José José: “ya lo pasado pasado”, pues en este mismo momento Cuitláhuac García Jiménez tiene la gran oportunidad de darle un golpe de timón a la Comisión, pues al Gobernador corresponde enviar en este mes la propuesta al Congreso de los relevos de algunos Consejeros, incluida la señora que actualmente “finge” como presidenta y de su patrón el Secretario Técnico “Moralitos”.

Si se quiere sacar a la Ceapp de la barranca y darle una función digna, se requiere que la presidan compañeros periodistas que cumplan con el perfil referido y que tengan la inteligencia necesaria para salir de la trampa que etiqueta a la Ceapp como guardaespaldas de los periodistas amenazados e investigadora de los asesinados, cuando su esencia debería de ser la protección de los que aún viven y están en la batalla del día a día para realizar su trabajo; si el destino de la Ceapp fuera acompañar eternamente la investigación de los asesinatos de los periodistas, bastaría entonces con tener uno o dos representantes en la Fiscalía del Estado; lo que generaría un gasto mínimo a los veracruzanos y no la millonada que se echan a la bolsa cada año la plutocracia de simuladores que la encabezan.

En charla con el Gobernador Cuitláhuac García durante campaña y después de ella, ha sido recurrente que exprese su intención de impulsar la labor periodística en el estado, lo intentó con el premio “Regina Martínez” que algunos puristas rechazaron; pero ahora los tiempos le dan la oportunidad de impulsar realmente una nueva etapa para la prensa veracruzana, principalmente a quienes él ha expresado que más le gustaría fortalecer, los de a pie; a los que no hace falta que ningún gobierno les otorgue contratos millonarios para sentirse protegidos.

LO NEGRO
Pecaríamos de “ingenuos (en la tierra de mi bisabuelo, Alvarado, les dicen más feo), si no mencionáramos el secreto a voces que se comenta entre el gremio y al interior de la oficina ocho; que Patrocinio Cisneros no tiene llenadero y ya está cargando los dados a favor de una reportera para que ocupe la presidencia; si se le permite esta nueva imposición al moderno Cristo Negro de Otatitlán, la Comisión seguiría siendo de Atención y Protección al Gobierno y no al gremio de la prensa ¡craso error! porque realmente ni Duarte, ni Yunes ni Cuitláhuac lo han necesitado; quién escribe es un convencido de que ninguno de sus gobiernos han sido asesinos de periodistas, y aún si lo hubieran sido, la Ceapp no los contendría, por el contrario los solaparía.

En Veracruz, aunque a Cisneros le cueste trabajo aceptarlo, quién manda es el Gobernador, que ojala en esta ocasión le amarre al señor Secretario las manitas que tiene metidas en la Ceapp, lo que seguramente le ganaría el respeto de gran parte del gremio.