DEL PRD A MORENA
Tanto complicó la cúpula del PRD a López Obrador su segunda candidatura a la presidencia que seguramente ya veía venir la puñalada por la espalda.

Así que en su primera jugada; fundó en el año 2011 un movimiento político-social bajo el nombre de Movimiento de Regeneración Nacional, con el que acompañó el proceso electoral del 2012; en que resultó vencedor Enrique Peña Nieto, abanderado por el PRI y el Verde Ecologista.

Adres Manuel no se equivocó; pues después del polémico proceso electoral en el que nuevamente se discutía que se había cometido fraude y en medio de las protestas populares los operadores políticos prerredistas le volvieron la espalada; en reunión presidida por Marcelo Ebrard, a la que asistieron, entre otros, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Manuel Camacho Solís y el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; presentaron a firma ante su candidato perdedor un documento apodado “Reconciliación de México”, en donde reconocían el triunfo de Peña Nieto.
Cómo “eso sí calienta”, se dio entonces la ruptura que permitió que López Obrador dedicara toda su energía para Morena.

COMO LA ESPUMA
Después del rompimiento con el PRD, en donde AMLO tenía feroces detractores como era el caso de Miguel Ángel Mancera; López Obrador llevó a Morena un año después a ser un movimiento político, para pasar luego a una Asociación Civil que se perfilaba a convertirse en partido, meta que logró hace apenas seis años (9 julio 2014).

El nuevo partido logró importantes avances en las elecciones del 2016, pero el impresionante campanazo fue en el 2018; ahí se llevó la presidencia de la Republica, el Senado, la diputación federal y varias estatales; además de importantes gubernaturas, entre las que se encuentra Veracruz, encabezada por Cuitláhuac García Jiménez.

En solamente siete años, Morena pasó de ser un modesto Movimiento Social a representar la primera fuerza política del país; con todo el desconcierto y la sorpresa que eso representa y afecta a sus liderazgos partidistas.
Morena es una primera fuerza electoral que debe aún construir su estructura y tener identidad como partido; de eso dependerá en gran parte su destino en las elecciones intermedias, en las que podrían toparse de frente con el desgaste inevitable que representa el hecho de ejercer el poder.

DOS CARAS DE MORENA
Acá en la aldea, observamos dos corrientes de partido; una son los que envueltos en la bandera del romanticismo y la nostalgia pretenden que Morena se congele y conserve una “estructura” que fue diseñada para ser un partido de oposición, no para acompañar a un gobierno emanado de sus filas; ese grupo lo encabezan personajes como Gonzalo Vicencio Flores y Manuel Huerta Ladrón de Guevara.

La otra fuerza trae otro chip, que busca dar identidad propia a Morena, quitar el bunker de aislamiento y abrir lugar al dialogo con todas las expresiones políticas y sociales; además de estructurar una representación real en el estado; esta idea transformadora la encabeza Esteban Ramírez Zepeta.

De manera personal consideramos que a Morena le haría mejor “regenerarse” que anquilosarse.

EL ASPIRANTE
Quienes han conversado con Ramírez Zepeta, aspirante a dirigir el partido Movimiento de Regeneración Nacional en Veracruz, se encuentran con un joven que ha madurado de manera vertiginosa, debido a que de la noche a la mañana se encontró coordinando la oficina más importante del estado y ahora le toca encabezar una propuesta política incluyente, pero incómoda para la ultraizquierda jarocha.
Zepeta reconoce las debilidades en la estructura de su partido, sin embargo tiene trazada la meta de ir por todo; si le toca encabezar desde su partido las elecciones intermedias no piensa perder ni alcaldías ni diputaciones, por el contrario su meta trazada es aumentarlas, no dejando cabos sueltos.

Esteban cree en el dialogo, en tejer puentes y en privilegiar la política por encima de la confrontación.
El proceso de renovación de Morena está detenido, como muchas otras cosas, debido al Covid-19, de lo contrario ya tendría que estar caminando; eso tiene nervioso a Gonzalo Vicencio, mientras que a Esteban Ramírez se le observa sereno ¡Algo debe de saber que nosotros ignoramos!

¿SIN DERECHO DE ADMISIÓN?
Para la segunda etapa del gobierno de Cuitláhuac García, después de las elecciones intermedias; será importante para la 4T no solamente conservar la mayoría en el Congreso local (que estará sumamente peleada en las urnas y complicado en la práctica); sino que de lograrlo urgirán operadores políticos pulcros, con los que pese más la ley en la mano que la mayoriteada de una bancada.
Ante esa necesidad urgente, veremos entonces si quienes encabecen el partido Morena se abren a los candidatos externos valiosos, con fuerza moral probada que sí existen en Veracruz y que muchos de ellos en este momento se encuentran en la “Reserva Nacional de Talentos”.
En caso de no conservar la mayoría de diputados, el cierre de Gobierno sería muy cuesta arriba.

DESTINO POR CONSTRUIR
Durante las elecciones del 2021, por lo menos en Veracruz; Morena podría pasar de lo verde a lo podrido sin cursar por la madurez; o por el contrario consolidarse como una imparable fuerza política tan difícil de derrocar como lo fue el PRI por más de setenta años; sin duda mucho dependerá de sus liderazgos; más ahora que la mente maestra que llevó a Morena a la cima está ocupada en dirigir a México.

Esa encomienda que lo sitúa en un lugar muy diferente al que tuvo las pasadas elecciones; por eso y por mucho más, para Morena serán decisivos los liderazgos con los que enfrentará el próximo proceso.

También será importante que resuelvan de manera temprano la estructura de sus dirigencias, porque estaremos de acuerdo que tienen mucho por construir mientras que sus principales opositores ya lo están haciendo, ya están organizados, están policontundidos después de la masacre electoral pasada, pero ya con estructura.