Quizás sea más terreno, pero digamos que es una propiedad de 20 mil metros cuadrados; ubicado en una de las zonas de mayor plusvalía de Xalapa, en donde el precio del metro cuadrado fluctúa entre los 8 mil y 10 mil pesos.
Colinda con dos unidades habitacionales, una clínica del Issste y una plaza comercial.

Se trata de un feudo que los grupos empresariales nacionales e internacionales se pelearían; sin embargo, con la displicencia que caracteriza a los gobiernos, esa importante franja de terreno está abandonada; llena de monte y sin ningún uso.

El terreno mencionado es propiedad del Instituto de Pensiones del Estado. Directores han ido y venido sin que les interese el aprovechamiento de este patrimonio que en manos privadas sería “oro molido” (del oro honesto; no del que le costó la carrera política a Salvador Manzur); pero en las manos públicas es monte y criadero de moscos.

IPE DESPILFARRADOR
El desinterés, descuido y negligencia del IPE sobre este terreno ubicado en Las Animas (atrás del Toks de Lázaro Cárdenas); lo tiene en riesgo constante de invasión.
Durante el último año del sexenio de Duarte, una empresa particular, instalada frente al terreno, empezó -como quien no quiere la cosa- a invadir cerca de 2 mil metros cuadrados; la empresa dedicada a la natación primero empezó rellenándolo y estacionando vehículos de los empleados; después, ya que nadie dijo nada, metió maquinaria para emparejarlo y lo ofreció como estacionamiento del deportivo para sus clientes; con el consecuente plus para la empresa.

Finalmente; ya encarrerados; durante el gobierno de Miguel Ángel cercaron el terreno y se asumieron como sus propietarios. Ya ve usted que en la iniciativa privada también hay rateros de cuello blanco.

LOS TRES TRISTES TIGRES
En lo particular, el tema de ese terreno nos ha interesado desde hace ya varios años, quizás debido al asombro de observar tanto recurso público desperdiciado, eso no debería de sorprendernos porque desafortunadamente en Veracruz como en muchas otras entidades y municipios, el desperdicio de los recursos es una práctica común.
Ahí les van las respuestas que nos han dado los últimos tres directores del IPE de la invasión del terreno patrimonio de los pensionados.

Tavo Gil García, respondió que investigaría, pero nunca recibimos respuesta.
Hilario Barcelata Chávez ignoraba la existencia del terreno, ofreció lo mismo, pero a diferencia del caso de Tavo él sí contestó; otorgándole la propiedad del terreno (afortunadamente solamente de palabra) a los particulares invasores.

Con la actual directora, Daniela Griego Ceballos, nos fue peor, pero también mejor. Peor porque nunca respondió las llamadas y menos aún agendó alguna cita para entrevista; pero también nos fue mejor porque puso remedio y echó del terreno a los particulares avilones; ignoramos si estarán fuera de la propiedad de manera permanente o exista la posibilidad de que “le atinan al precio” y logren que otra vez el titular del IPE se haga de la vista gorda; pues mientras el predio no sea utilizado seguirá siendo botín de los listos.