Por razones aún no bien definidas, los gobernadores no son proclives a cambiar a sus secretarios de despacho; algunas veces la tesis es que son compromisos adquiridos en campaña.

También se tiene la idea de que cada cambio es un reconocimiento tácito de que se equivocó al llamar a trabajar a alguien carente de capacidad.

Otras de las veces se dice que el mandatario quiere mostrar un carácter firme, y dejar en claro que no es guiado por la opinión pública, ni por la presión de sus opositores y menos por periodicazos.

Por la razón que sea, incluida cualquier otra, pero muchas de las veces las manzanas dañadas se conservan hasta que concluye un sexenio; haciendo menoscabo de la imagen de quién gobierna, pues la más de las veces los errores de los impericios son cargadas a los gobernantes que los aguantaron en sus cargos.

ENTRE AZUL Y BUENAS NOCHES
¿Usted considera que con los elevados números del coronavirus, el dengue y demás contagios, el Secretario de Salud esté en ese caso? Qué está siendo sostenido más tiempo del prudente.

Roberto Ramos Alor es un buen tipo, un médico con vocación que no ha sufrido los mareos del poder; es cordial, dicharachero y franco.

Alor trae un costal cargado de buenas intenciones; incluso hasta cuando surgió la frase de los “chiles embonados” que lo estigmatizó tanto, fue en medio de una buena intención; se anunciaba el inicio de una jornada de salud para periodistas y de un seguro médico para el gremio, la jornada sí se llevó a cabo, pero el seguimiento al “seguro” se volvió complejo después del encontronazo que ocasionó la frase cuenqueña.

Los resbalones financieros en Salud son más producto de la impericia que de actos de corrupción, pero existen.
Los resultados para los veracruzanos han sido negativos, incluso han costado vidas; por eso muchos nos preguntamos si no será un buen momento para darle las gracias al Doctor Alor; sus pacientes en Coatzacoalcos lo extrañan.

¡BIEN GOLPE´AOS…!
Hasta ayer en la tarde se tenían registrados 2 mil 699 casos de coronavirus, lo que nos ubica en un quinto lugar detrás de Estado de México, Baja California, Tabasco y Sinaloa; es alarmante también la forma en que van creciendo los contagios.

Los optimistas podrán pensar, y quizás con cierta razón, que dentro de una población de 8 millones de habitantes ese número de casos no es nada.
Sin embargo iniciamos la pandemia conteniendo los contagios adecuadamente, pero algo sucedió que se desbordaron.

También es verdad que no toda la responsabilidad es de Ramos Alor; los Ayuntamientos y Protección Civil no han contribuido mucho para aplicar las medidas sanitarias; tampoco han sido claras las estrategias nacionales; pero he ahí la diferencia entre alguien novato y alguien con oficio; quién tiene oficio articula y un novato no ata ni desata.

Alor es un buen médico, un gran ser humano; pero que “madrina” nos está poniendo cómo Secretario de Salud.

(Imagen/Despierta Veracruz)