OPLE ATLACUACHADO
Xalapa. Ver: ATERRORIZADO /
LAVADEROS/ Por El Tlacuilo


Xalapa. Ver / 2020-04-29

Muchos son los atorones de trámites que ha generado esta pandemia; algunos son más urgentes que otros.

Hemos visto cómo cada quién, desde las oficinas en donde se avanzan los asuntos del estado, ha tomado sus decisiones a cómo dios les da a entender; y mientras áreas coyunturales como el Congreso del estado sigue sacando sus asuntos urgentes; otros organismos importantes como es el caso del Ople se han tirado a la hamaca sin buscar la manera de avanzar sus pendientes.

Entre sus rezagos, el Ople tiene aplazado confirmar el registro de los nuevos partidos políticos, con lo que los pone contra la pared, pues después de que ya recorrieron un largo camino para cumplir con los requisitos de sus registros, ahora están en el limbo; sin poder hacer amarres políticos porque para hacer caldo de venado lo primero que hay que tener es un venado; y ellos no lo tienen.

Cualquier político con un dedo de frente no hará compromisos con quienes no cuentan con su registro; lo están padeciendo los “esperantes”.

OPLE ENTRÓ EN CUARENTENA POR CRONAHUEVA
La culpa del retraso en el registro de los nuevos partidos no es de la pandemia, sino de la manera estulta con lo que se maneja el Consejo del Ople, quienes desde el día 7 de marzo podrían haber dejado resuelto el tema, pero desconfiaron del INE y creyeron que no llegaría a tiempo la documentación necesaria, por lo que se les ocurrió la brillante idea de hacer una prórroga innecesaria de cuarenta días hábiles.

Es cierto que nadie podía prever que vendría la pandemia, pero más allá de eso la decisión fue carente de sensibilidad y sentido común; mi bisabuelo que era alvaradeño diría que lo que no tienen es otra cosa.
Su decisión de escritorio está afectando terriblemente a los futuros partidos, quienes tenían una relativa ventaja contra los partidos tradicionales y fuertes, que era el hecho de poder iniciar antes que ellos a tejer sus estrategias, pero gracias a Bonilla y su pandilla empezaran iguales, con la desventaja lógica que eso implica.

¡DESPACITO!
Es inaudito que mientras el Congreso, la Suprema Corte, el Tribunal y el INE, entre muchas otras instituciones están trabajando a pesar de la pandemia, a los señores del Ople les valga “monja” sus asuntos y prefieran guardarse cachazudamente a esperar que el mundo se detenga hasta que hagan nuevamente su triunfal retorno.
Debería de darles vergüenza a los Consejeros y a su flamante presidente (*flamante por flameado), pues muchos empleados con salarios de menos de 3 mil pesos mensuales están trabajando en los negocios primarios, mientras que ellos que ganan alrededor de 200 mil pesos al mes no son capaces de sesionar ni mediante video conferencia.

En este caso los afectados del momento son las asociaciones que ya cubrieron desde el mes de diciembre todos los requisitos para ser partido. Sus registros deberían haberse finiquitado desde principios del mes de marzo pero el Ople se los está retrasando tres meses, nomás por sus pistolas.

DESABASTO DE BLANQUILLOS EN EL OPLE
No existe justificación lógica para que el OPLE sostenga la prórroga de cuarenta días hábiles, pues hasta donde entendemos ese tiempo fue fijado para esperar la documentación del INE, que sí les llegó desde antes de que iniciara a transcurrir su mentada prórroga.

Eso sí, previamente intentaron “ablandar” a los representantes de los futuros partidos políticos acusándolos de haber logrado su registro de afiliados mediante cohecho; alguna intención insana tuvo seguramente esa estrategia, y quizás la lograron, porque todo quedó en amague y las supuestas pruebas que argumentaba su “vocero” se quedaron en pura baba de perico, porque nunca fueron presentadas.

El camino para quienes decidieron no abrirse de la política y generar una propuesta propia a través de un partido ha sido sinuoso, han tenido que tolerar todo, hasta al voraz Ople, y ahora que ya cumplieron con todo, tienen que continuar esperando, nomás porque a Bonilla y su pandilla les tiemblan las piernitas apenas escuchan decir coronavirus ¡Buuuh!