De la mujer que golpeó a sus hijas en Banderilla y que fue grabada por un vecino chismoso, que subió el video a las Redes, ha trascendido que efectivamente sí laboró en ese Ayuntamiento, pero desde principios de este mes ya no trabaja ahí; al parecer la violencia intrafamiliar no es nueva para esta mujer identificada como Ruth Yaneth que presumiblemente ya contaba con una carpeta abierta por ese delito.

El linchamiento social en su contra ha sido encarnizado, y sí, el acto es reprobable, pero ya lo dijo el mismisímo Jesucristo, “quién esté libre de culpa que arroje la primera pedrada”.

Estos casos son complejos, porque a final de cuentas si encarcelan a la mujer o la separan de sus hijas, las niñas serán quizás las más afectadas; no es por hacerla de abogado del diablo, pero es fácil ser severos en los juicios cuándo no se conoce el contorno; aunque pase lo que pase es obvio que la mujer necesita ayuda y vigilancia legal estrecha.