CON BANDERA DE PAZ PARA LOS CUATES

2019-09-06
El periodismo veracruzano está repleto de gente talentosa y generosa en su afecto; quién escribe regresó a su estado natal después de más de 25 años de no radicar acá, sin conocer a nadie.

He encontrado siempre solidaridad dentro del gremio, los “enemigos” que pudiera este servidor tener es por decisión de ellos, no mía, porque he tratado de corresponder siempre a la generosidad de quienes han compartido de su experiencia con buen ánimo, sin importar si pensamos igual o distinto.

He aprendido de ellos que el periodismo es el arte de informar, que no somos ni militantes ni activistas de ninguna corriente ideológica y mucho menos de algún personaje político; “ellos se van y nosotros nos quedamos” es la máxima que siempre les había escuchado.
Desafortunadamente en este momento el ambiente dentro del gremio está crispado a lo “tontejo”; ignoro en qué momento se perdió la brújula para que ahora unos a otros se estén declarando la guerra de tinta.

Ojala que pronto se regrese la tranquilidad fraterna, porque no es lógico que por defender o atacar a un efímero político que no lo merece se ignoren los talentos y los afectos que han formado opinión permanente ¡Abrazo fraterno a quienes comparten ideales, pero más aún a quienes no lo hacen!

PERSIGNADOS
Hay un anuncio televisivo de hace años que realizó el Derecho de Autor en donde diversos talentos creativos salen vestidos de algún oficio diciendo: “¡Si fuera taquero me pagarías!” o “¡mecánico me pagarías!”; así exigieron compositores, actores, poetas y demás creativos el derecho a cobrar por su trabajo ya que el calificativo de “profesional” implica sustentarse del nuestras actividades.

El ejemplo va a colación porque el día que se hace público que algún periodista cobró por su trabajo es satanizado como “chayotero”, a lo que lo único que se ocurre decir es: “¡Si fuera mariachi le pagarías!”¿O no?
Los medios de comunicación son empresas, facturan y comercializan; así que el que esté libre de ventas que arroje la primera piedra.

Desafortunadamente en el gremio periodístico ya se olvidó la máxima de “vive y deja vivir” y se está cuidando más lo que hacen los otros a lo que se pueda hacer de manera individual; el dinero en la comercialización de los medios de comunicación no está maldito; lo maldicen quiénes por obtenerlo venden su dignidad o se convierten en cancerberos de su cliente; pero a final de cuentas si alguien lo hace así pues es su bronca y tan amigos cómo siempre.