EL ESPÍRITU DE LA MALINCHE
EL ESPÍRITU DE LA MALINCHE
2019-02-19
VENENOTAS

Por El Tlacuilo

EL ESPÍRITU DE LA MALINCHE

RACISMO
Los mexicanos, incluidos los veracruzanos, somos racistas; amamos más nuestra raíz española que la indígena; es recurrente que cualquier paisano de rostro totonaco presume que su bisabuelo era español, o italiano.
Nuestro malinchismo es evidente al menospreciar a quienes tienen rasgos predominantemente autóctonos.
Para ilustrarlo usemos el ejemplo más trillado, el multicitado caso de la famosa Yalitzia Aparicio; de quien recientemente un “actor” setentero, Sergio Goyri, se refirió llamándola “pinche india”; lo coloquial del caso es que la expresión de “india” lo utilizó como insulto; y lo peor es que muchos comentaristas de la farándula se escandalizaron porque la ofendió llamándola “india” ¡No puede ser!
El insulto fue llamarla “pinché”, ser indio no debe ofender a nadie. Es más, resulta ofensivo que a los indios les llamen (o nos llamen) indígenas; somos indios, por un error geográfico de Colon pero lo somos, y a nadie debería ofender que le digan: “Eres muy indio”; tendríamos que responder: “¡Gracias!”

RACISTAS HISTÓRICOS
Bien dice el teólogo de la Liberación Ernesto Cardenal, que la historia no es eso que cuentan los libros de historia, es verdad; pues en el caso de la fusión con España, la literatura oficial lo registra como “la conquista española”, cuando la realidad es que a los aztecas los derrocaron los mismos pueblos indios que se unieron a un puñado de 400 españoles blancos y barbados, para derrocar un imperio que gobernaba a 15 millones de almas.
Hernán Cortés aprovechó el odio de los gobernados tenían contra sus gobernantes y pudo destronar al poderoso imperio de “la nueva España”. Es decir, en lugar de defenderse del invasor se unieron a él.
Desde ahí nuestra cultura sigue marcada por el “malinchismo”.
Así pasamos la guerra de Independencia que se gestó en favor de los españoles nacidos en México, y de la Revolución; durante la cual la indiada fue carne de cañón, mientras que la gente blanca, bonita y de sangre azul fue beneficiada de los cambios que surgieron de la gesta fratricida.

LOS CHOLOS
El color de la piel es también motivo de descalificación en nuestro país, si bien en México no hay casi gente rubicunda, sí cualquier apiñonado descalifica a los “negros”; como si ellos fueran arios.
Quienes no están seguros de su identidad se doblegan ante los güeritos de ojo azul y se ensañan con los indios y los negros. El caso es digno de un estudio antropológico.
Otro motivo de discriminación es no haber nacido en una ciudad; el mexicano-veracruzano menosprecia a la gente que nació en un pueblo. Incluso muchos de los que son originarios de un lugar no urbanizado se avergüenzan de serlo, lo niegan o lo ocultan.
Lo mismo sucede con el provinciano que se traslada a vivir a la Ciudad de México, a la gran mayoría de ellos les avergüenza ser “de provincia”; los seducen las grandes urbes.
Eso sí, si el nacido en un pueblo se muestra orgulloso de sus orígenes, el citadino seguramente lo descalificará a él y a su pueblo.

LOS ABORRECIDOS NACOS
El tema “cultural” también es motivo de descalificación; no nos referimos precisamente a la preparación académica, sino al hecho de provenir de un origen humilde, de padres obreros, campesinos o empleados.
En ese caso la etiqueta de “naco” no se la va a quitar con nada, ni con una carrera profesional, ni con un cargo público, ni volviéndose millonario.
La sociedad en su conjunto repudia a los nacos; y si encima de ser naco, el personaje no es agraciado físicamente; lo aborrecen más.
Discriminar a un naco es desmarcarse de serlo; lo percibimos como una catarsis; porque entre más “naco” sea el crítico del naco, más se ensañará de él; es su manera de disimular que pertenecen a la misma manada.
El mexicano está dispuesto a perdonarle a sus gobernantes la soberbia, el autoritarismo; la corrupción, la perversidad y otras muchas des virtudes, pero estamos viendo que jamás le perdonará que sea naco.
Para un amplio sector social, los indios, los negros y los incultos deben ser quemados con leña verde.
Por cierto; el término de “naco” alude al indio “totonaco” y fue popularizado por el comediante veracruzano Luis de Alba.

ENTRE LA ANTROPOLOGÍA Y LA ANTROPOFAGIA
Quizás la resistencia que han encontrado los gobiernos emanados de Morena en el sector “pipiris nais” de la sociedad, tienen su cimiento en esa naturaleza racista y ancestral de nuestra cultura. Les aplican la máxima de que si no saben aplicarse la buena vida, menos van a saber gobernar”.
Quizás estamos viviendo una expresión pura de racismo, porque si bien sí ha habido varios errores por parte de los nuevos gobiernos, sin embargo la intolerancia es mayor a la que se tuvo con gobernantes menos populares.
O tal vez el repudio no tenga nada que ver con esta tesis, simplemente se trata de que los recién encumbrados no han “aceitado” la maquinaria de los usos y costumbres del dinero.
Pero rematando la teoría, mientras los hombres que ostentan el poder pierden el tiempo buscando la aceptación en el librito de la política; quizás la respuesta esté en los libros de antropología e historia; y si aplican el “uno dos”; realizando un mejor gobierno y domando a la “realeza”; tendrán un camino más llano.
Ya si no les interesa convencer a ese sector, no hay bronca, total el sector naco es mayoría… y son los que votan.
 
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