EL SUEÑO VERACRUZANO Y JUAN CARLOS MOLINA
EL SUEÑO VERACRUZANO Y JUAN CARLOS MOLINA
2019-01-02
VENENOTAS

Por El Tlacuilo

EL SUEÑO VERACRUZANO Y JUAN CARLOS MOLINA

MEJOR QUE EL SUEÑO GRINGO
El famoso sueño americano, se queda *tontejo (*tonto y perplejo) comparado con “el sueño veracruzano”; mientras que los gringos presumen que a base de trabajo cualquiera puede tener una vida medianamente prospera, acá en Veracruz, sin que lo presumamos, la vida es tan generosa que simples “carga maletas” como lo fueron Erick Lagos, Chente Benítez y algunos otros, pueden llegar a ser hombres del poder multimillonarios.

UN EXPONENTE PURO
Permítanos usted amable lector tomar un botón de muestra de lo que significa en Veracruz levantarse de la nada para vivir tiempo después una vida de ensueño. Retomando notas periodísticas de distintos medios hemos elaborado una semblanza de esta trayectoria “dream Team”.
Nuestra historia inicia en el año de 1995, en la cálida Cuenca Veracruzana, en el Ayuntamiento de Cosamaloapan, en donde nuestro personaje fue llamado por el entonces alcalde Eloy Chiunti Ferat, para ser su tesorero ¡Ahí Juan Carlos Molina Palacios dio inicio a su sueño veracruzano que alcanzó menos de dos décadas!
Desde sus inicios, nuestro personaje ya enseñaba su proclividad por las actividades “ganaderas”, pues algunos comunicadores que tenían contratos de difusión institucional con ese Ayuntamiento, acusaron a Molina de “ordeñarles” el sobre del pago; mientras que por su parte los trabajadores advertían que les “rebanaba” sus sueldos con descuentos fantasmas; en fin, eran pequeños negocios comparados con las fortunas que tiempo después pasarían y se atorarían en las manos de Molina.

INICIOS DE LA PROSPERIDAD
Fue después de su fallida candidatura a diputado y de su incursión en el altiplano que Molina regresó para encabezar las causas de los cañeros de Veracruz; ahí empezó a rozarse con grandes miembros del poder, entre ellos Fidel Herrera quién empezó a darle a mover considerables sumas de dinero. Sin embargo su verdadero apogeo económico fue en el sexenio duartista, durante esos años su empresa “Impulsora Constructora del Sur SA de CV” fue repetidamente favorecida con Proyectos Productivos hasta por 137 millones de pesos.
En su tiempo, salieron a la luz pública documentos de órdenes de pago –CT-LR023/15- a nombre de Gonzalo Molina Arrioja (primo de Juan Carlos Molina) por obras, que sumaban más de 25 millones 509 mil 500 pesos.
También por concepto de apoyo a ejidatarios (que jamás se realizaron) le fueron entregados por el entonces titular de Agricultura Tomas Carrillo, la cantidad de 27 millones de pesos.
Estos son solamente dos temas que parecerían ser la punta del iceberg.
Dos años más tarde, todo indica que el líder de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de la CNC en Veracruz, repitió la formula, pues fue él mismo quien anunció que venían grandes apoyos para los productores cenecistas; pero nunca se vieron ejecutados.

MULTICOLOR
En un momento clave para el minigobierno, Molina aplicó su capacidad camaleónica para pactar con Yunes Linares.
“Podremos tener muchos planes y proyectos para el campo veracruzano, pero sin dinero valdremos madre”, dijo tajante. Su apasionamiento era dirigido a exhortar a los diputados de la LXIV Legislatura para que le aprobaran a Yunes la reestructuración de la Deuda Pública.
Después de aprobada y ejecutada, salió a la luz pública que mediante esa restructuración se desviaron 900 millones de pesos por concepto de “comisión” a la empresa que hizo los tramites. No sabemos si Molina fue ingenuo o fue socio.

PURO CUENTO
Molina sostiene una CNC ficticia; su grupo de campesinos es de pura saliva. Según ha dicho sus huestes suman más de medio millón de personas, sin embargo no se han visto reflejados en las elecciones, sus candidatos han fracasado a pesar de su célebre frase de que “los cenecistas somos chingones y propusimos puros candidatos ganadores”.
Como vemos, Palacios no solamente es muy hábil para transitar y salpicarse con el poder, también posee buen sentido del humor.
Cuando se dio a conocer su eminente llegada al Congreso como diputado plurinominal, fue su misma gente la que lo descalificó; el comisariado ejidal de Atzacan, Jaime Jiménez Ortega, dijo lo que es evidente: “nunca hizo nada por la Liga ni tampoco por los sindicatos, menos lo hará en el Congreso”. Ortega tuvo voz de profeta, pues no solamente ha sido obsoleta la presencia de Molina en el Congreso, sino que también le asestó una puñalada por la espalda a su bancada y los abandonó haciéndose la víctima.

¡ES UN HEROE PAPÁ!
Hoy Molina a pesar de los pesares sigue buscando ser presidente del PRI en Veracruz, y aguas, porque tiene suficiente dinero para comprar muchas conciencias.
Actualmente este veracruzano que inició su carrera política siendo un modesto tesorero municipal, ha logrado acumular una fortuna que incluye ranchos, cuentas bancarias en la unión americana, vehículos de lujo e incluso un helicóptero R-66 de seis plazas; además se le conocen residencias en Tlacotalpan y Veracruz, la ubicada en Costa de Oro está valuada en veinte millones de pesos.
Así es el “sueño veracruzano”; mil veces mejor que el americano; pero como lo dijimos desde un inicio, el sueño de acá no se presume, por el contrario se oculta lo más posible; y mejor así, pues de lo contrario las marchas hondureñas tendrían como destino Veracruz, y en lugar de que soñaran con ser como Donald Trump, los inmigrantes tendrían la ilusión de ser igualitos a Molina Palacios ¡Que friega!
 
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