Los Ángeles de Charly (Anilú, Elizabeth, Carolina)
Los Ángeles de Charly (Anilú, Elizabeth, Carolina)
2017-11-27
Senadoras en potencia
Solamente una de las tres mujeres del PRI que buscan la candidatura al Senado podrá lograrlo. Si se pregunta usted “por qué”, es que anda fuera de la jugada, pero la razón es por el tema de equidad de género, que en este caso protegerá más a los hombres que a las mujeres.
Lo malo con estas tres aspirantes es que todas ellas son rescoldos del pasado. Empecemos de atrás para adelante, es decir de quién tiene menos, a quién posee más posibilidades de lograr la candidatura.

La apiñonada
Carolina Gudiño Corro, experta en derrotas y fehaciente emisaria del pasado la busca desde hace poco, aunque no ha definido bien si solamente va por la diputación que caiga, o por el Senado.
Muchos consideran este intento de resurrección política como un chascarrillo de mal gusto, pero saben perfectamente que si en el proceso de selección se valiera “mano negra” podría lograrlo; pero sería un lastre para su compañero de fórmula (por si eso le hiciera falta al PRI). Pero en fin, ya trae armada su estrategia política y de medios, ya hasta una de las famosas “Palomas” viaja a todos lados con ella como su fotógrafa oficial… ¡No pos´ sí!

La morena
A Elizabeth Morales García no le bastó el escandaloso rechazo que se llevó del pueblo xalapeño durante su último proceso electoral y quiere ir por más. Recordemos que a pesar de contar con la maquinaria oficial a su favor, perdió por un margen de votación que la mandó hasta un bochornoso tercer sitio. Ahora quiere ser de nuevo insaculada, esta vez para el Senado. Quizás piensa que puede sorprender al electorado que no la conoce, porque lo que son los xalapeños no votarían por ella ni para jefa de manzana.
Elizabeth ha mostrado creatividad y trabajo constante en sus cargos públicos, pero adolece de un defecto, posee un egocentrismo que solamente le permite moverse en torno de sus intereses personales; no forma grupos, solamente se sirve y exprime lo más que puede a quienes de alguna manera le guardan lealtad.
Pocas veces es generosa, a menos que pierda la cabeza por un afecto, como sucedió con Shariffe Osman, a quién no solamente se la llevó a un ostentoso viaje para celebrar su cumpleaños, ni sólo le entregó al son de los mariachis su rosal, sino que también-trascendió- que la beneficio con abundante obra pública y negocios para ella y para su familia, esto durante su trienio como alcaldesa.
Ahora Elizabeth, sin grupo, desde una pose que denota un tufillo de prepotencia y soberbia, pretende a base de porras lograr una candidatura tan seria y trascendente como la del Senado. No creemos que su partido y la sociedad vivan un momento de “ingenuidad” tan grande como para tomarla en serio.

La Güera
Otra mujer que gusta de las loas y las porras es Anilú Imgram Vallines, una joven de la que su ascenso político ha sido producto de lo fortuito.
Fue consentida del fidelismo y se encumbró durante el duartismo.
En el sexenio de Fidel Herrera no era extraño verla llegar con “derecho de picaporte” a la oficina del gordo Gandara, para después -desde RTV- ejecutar las estrategias dictadas por Fidel Herrera a través del pozarricense.
Ya con Duarte fue su esplendor, a cargo de la presidencia del Congreso le dio lustre a su figura. Siendo una extraordinaria publirrelacionista se hizo cercana a varios de los personajes del primer círculo de poder del mandatario Duarte, gracias a su habilidad para las relaciones públicas.
Se dice que está convencida de lograr la candidatura al Senado, su certeza se basa en su cercanía con el gobierno de Peña Nieto, bueno, mejor dicho con uno de los más poderosos personajes de ese gobierno, quién ha visto en la joven veracruzana sus habilidades políticas y su destreza para irse tras la búsqueda del voto popular.

La más güera
A estos modernos Ángeles de Charly les saltará una cuarta mujer en discordia, se trata de la actual diputada federal María del Carmen Pinete Vargas, quien está esperando los tiempos para mostrar abiertamente sus aspiraciones. Cuenta con una estructura política seria. Pinete podrá tener sus “asegunes” pero es quién ha ido tejiendo fino y sin aspavientos.
Mientras los Ángeles de Charly hacen sus recorridos y performance acá en la aldea, la señora Pinete ha trabajado en el altiplano.
Es claro que la oriunda de Tantoyuca podría dar la sorpresa, no por estar más o menos quemada que las otras tres aspirantes, sino por seguir al pie de la letra “el librito”, mismo que las otras tres aspirantes se lo han saltado una y otra vez.
Entre lo malo algo bueno: Al menos ni Carolina ni la señora Pinete son delegadas, porque ha trascendido que la guerra de egos entre la ex reina del Carnaval de Veracruz y la ex alcaldesa de Xalapa ya tiene hartos a los otros 62 delegados, y al borde de la crispación a sus jefes.

Anilú pende de un hilo
Para suerte de la que se dice ser la más fuerte aspirante al Senado por el PRI, los panistas no han denunciado el uso ilegal que está realizando de los programas públicos para su precampaña, es más no han dicho ni pío; eso debido a que quién pretenden que sea su abanderada para la misma posición está cayendo en mayores ilegalidades, utilizando de manera aún más descarada los programas sociales de SEDESOL estatal para realizar proselitismo propio y de su partido; pero tenga usted por seguro que si -gracias a las denuncias de los prístas en ese tema- se le cae la candidatura a Indira de Jesús Rosales San Román, se llevará entre las patas a Anilú Ingram Vallines.
Inmediatamente se le echaría encima la jauría azul, sabiendo que tiene mucha cola que le pisen; dejando en la contienda solamente a Pinete y Elizabeth... del chiste de Gudiño, mejor nos olvidamos.
 
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