¡Con Pemex no seremos ni jeques ni millonarios!
"Tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia” José López Portillo
2017-11-06
Dudas razonables
En Veracruz fueron echadas las campanas al vuelo debido al reciente anuncio del presidente Peña Nieto con respecto al hallazgo de un nuevo yacimiento de petróleo y gas en la Cuenca veracruzana; para ser exactos en el municipio de Cosamaloapan. Se habla de miles de millones de barriles, lo que “asegún” nuestras autoridades locales nos convertirán en una potencia energética… ¿neta?
Lo curioso es que no hay voces discordantes al respecto y ya todos los veracruzanos nos andamos sintiendo Arabia Saudita. El hallazgo desde luego que favorecerá al país pero dudamos mucho que así suceda con el estado. Es más, el descubrimiento saca a la nación de la emergencia pero la crisis del petróleo continúa, los precios del hidrocarburo siguen muy por abajo de lo que estaba hasta mediados del año 2014, significando importantes pérdidas en la venta y hasta donde nos quedamos la última vez, hay quienes afirman que casi cuesta más caro producir un barril de lo que se vende en el mercado.

No nos checa la realidad
Si es que el petróleo es igual a prosperidad no entendemos entonces por qué los cinco estados en donde se explota ese recurso natural en México son de los más marginados. Chiapas, Veracruz, Tamaulipas, Campeche, y Tabasco se distinguen por su pobreza, su baja generación de empleos y un crecimiento menor a la media nacional. Veracruz se ubica en un segundo lugar (después de Chiapas) de pobreza en sus habitantes, con un 58 por ciento, (según números de “México Actividad Económica Regional”, estudio elaborado por Banamex).
Toda la vida Veracruz ha sido explotado en sus yacimientos petroleros, si la tesis que el petróleo trae abundancia a los estados “productores” se ajustara a la realidad, nuestras condiciones serian otras.

Todo ya está repartido
Después de la Reforma Energética del 2014 (fecha que coincide con la caída de los precios provocada por Arabia Saudita) las empresas privadas y extranjeras pueden participar en la extracción, así que no nos hagamos muchas ilusiones de que el descubrimiento traerá numerosos empleos, pues es lógico que estas empresas lleguen con todo y su mano de obra, además de que Pemex opera a través de contratistas que trabajan bajo concesiones.

Una dosis de realismo
Si el esquema económico es fatalista, el humano lo es aún más, pues con este descubrimiento no se soluciona la crisis de corrupción que ha mermado tantos años a Petróleos Mexicanos. Tan solo en el caso del Pemexgate del año 2000 fueron transferidos sin autorización al sindicato mil 500 millones de pesos.
En otro escenario, aún se trae pendiente la resolución del caso de los supuestos vínculos de Emilio Lozoya con la constructora brasileña Odebrecht.
Por otra parte el despilfarro por parte del Sindicato continúa sin freno, eso nos ha llevado al paso de los años a tener líderes sindicales inmensamente ricos y una empresa en crisis financiera.
Las pérdidas por el robo de combustible son multimillonarias, y eso no es nuevo, esa práctica es desde hace muchos años, solo que por alguna razón hoy está de moda “perseguir” huachicoleros.
Si sumamos esos factores más la crisis mundial en los precios del petróleo, seguramente se nos bajará un poquito el entusiasmo.

Mal administrado
El auge petrolero más reciente se dio bajo los gobiernos de Fox y de Calderón, sin embargo las ganancias de ese ingreso extraordinario fueron “aplicadas” al gasto corriente y manejadas con opacidad.
Existe una iniciativa desde el año 2014 que es como el “Chupacabras”, se ha hablado de ella pero nadie la ha visto, se aprobó por el Senado y consiste en la creación del Fondo para Entidades Federativas y Municipios Productores de Hidrocarburos, que estaría conformada 100% por los ingresos obtenidos de impuestos de la actividad de exploración y extracción; pero pues, aún no sabemos en que acabó ese asunto.

Serenos morenos
Sugerimos humildemente que antes de echar las campanas al vuelo y prepararnos para administrar la abundancia, seamos realistas y prudentes. Ojala que nuestros diputados y Senadores estén atentos de que ahora sí nos toque algo de nuestra riqueza a los veracruzanos, porque los datos históricos nos muestran que no nos toca nadita de nada, y todos tan contentos como la fresca mañana.
 
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