Veracruz electorero II
Veracruz electorero II
2017-10-31
Suicidio electoral
El hecho de que el PRI, después de setenta años, perdiera la gubernatura del estado no fue un hecho fortuito ni casual, durante varios sexenios ese partido político fue el arquitecto de su propio destino y construyó a pulso su salida del gobierno.

Elección de Javier Duarte
El proceso electoral en el que Javier Duarte de Ochoa resultó ganador se desarrolló durante unos tiempos en que el PAN vivía un extraordinario momento en el país. El panista Felipe Calderón Hinojosa, presidente de mano dura contra los opositores a su partido, gobernaba en los Pinos. Bajo ese esquema el tema de ganar la gubernatura de Veracruz parecía para el PAN un mero trámite si lograba postular a un buen candidato.

Alejandro Vásquez Cuevas (patriarca absoluto de blanquiazul en ese momento) comentaba “en corto” que rondaba al mejor de los candidatos, que les aseguraba un triunfo contundente. La cacería de talentos del Pipo llegó a buen puerto y reclutó a Miguel Ángel Yunes Linares para portar la camiseta del PAN.

Piedra con coyol
La contienda electoral no sería contra Duarte, sino que se llevaría a cabo entre Fidel Herrera y Yunes Linares, enemigos políticos añejos. Del encontronazo salió victorioso el oriundo de Nopaltepec, quien durante su gobierno tuvo un control absoluto de los grupos políticos del estado.

Es celebre la charla en la que el entonces gobernador daba órdenes con “todo el pinche poder en la mano” para que todo el mecanismo del gobierno operara a favor de Javier Duarte, porque “andaba rete apendejado”.

Duarte obtuvo en las urnas la histórica votación de un millón 392 mil 386 votos, mientras que el candidato propuesto por Vásquez Cuevas logró un segundo lugar al obtener un millón 277 mil 151. La diferencia fue de escasos 2.57% puntos porcentuales. Si Javier Duarte no hubiera obtenido más votos que los de la elección de Fidel Herrera (tuvo 971 mil 725) hubiese perdido, pero la magia del Tío Fide se vio reflejada en los resultados.

Después de una férrea lucha en los tribunales, las aguas se calmaron; y se dice que entre el candidato ganador y su más cercano competidor hubo un breve acercamiento al inicio del gobierno del oriundo del puerto jarocho y avecindado en Córdoba; sin embargo el rompimiento fue casi inmediato e irreversible.

La estrategia de desgastar a Duarte dio entonces inicio y, para desgracia de Duarte a todos convenía que él fuera el “Aburto” de la tragedia del estado y se convirtiera en “el saqueador solitario”.

Camino al Gólgota
El acoso de la oposición y los errores de Duarte en el manejo de prensa lo pusieron contra la pared. Mientras que al interior de su gobierno el saqueo financiero se daba al máximo, era obvio que no podría ocultarlo permanentemente. La rapiña financiera quedó al descubierto con los resultados que ya todos conocemos.

Elección de Miguel Ángel Yunes
Después de seis años ininterrumpidos de campaña en contra del gobierno de Javier Duarte y, ya instalado como el operador único del Partido Acción Nacional llegó la segunda oportunidad para Yunes Linares, esta vez su habilidad política sumó a un partido que parecía irrelevante y al borde de la extinción, el PRD veracruzano. Esa alianza sin duda fue estratégica para su “victoria”. Paradójicamente Miguel Ángel Yunes logró salir electo en las votaciones con un millón 55 mil 541 sufragios, es decir menos votos que los que obtuvo durante su contienda anterior contra Javier Duarte. Sin embargo fue el PRI el que bajó su número de votantes y Héctor Yunes no logró ni siquiera rebasar el millón de votos, así que el PRI veracruzano, por primera vez en su historia, ocupó una segunda posición, con 929 mil 504 votos, por eso la aseveración de que no ganó el PAN sino que perdió el PRI es perfectamente válida.

Gobierno sin salidas
Desafortunadamente para Yunes Linares quien está en el mejor lugar pero en el peor momento, eso sumado a sus errores ha propiciado que las cifras trágicas para Veracruz vayan en aumento. Ahora es Yunes Linares quién está transitando por un desgaste permanente. Los números políticos y económicos le resultan negativos. El problema se agrava por la distracción que propicia que se le esté prestando demasiada atención y tiempo al intento de afianzar al próximo candidato blanquiazul.

Lamentablemente para Veracruz el actual gobierno trae demasiados factores nacionales y estatales en contra, por lo que no se ven posibilidades de mejoría.
Veracruz está gravemente enfermo, y para colmo de males solamente tenemos en la farmacia “medicinas clonadas.
 
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