ROCÍO NAHLE SALE AL CAMINO Y SUPERVISA DE FRENTE LA OBRA CARRETERA EN VERACRUZ
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INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-12-20
Redacción Revista el Tlacuilo.– A la gobernadora de Veracruz no le van a contar historias ni a venderle avances de escritorio. Rocío Nahle García ha optado por algo poco común entre los ejecutivos estatales: recorrer por tierra el estado y supervisar personalmente las obras carreteras que se ejecutan en distintas regiones, para constatar en sitio cómo avanzan y exigir resultados.
Lejos de los informes maquillados, Nahle ha hecho de la supervisión directa una constante de su agenda. Este sábado lo dejó claro al recorrer los tramos de rehabilitación carretera en la Cuenca del Papaloapan, desde donde lanzó un mensaje directo a las empresas constructoras:
“Temprano supervisamos los tramos de rehabilitación de carretera en la Cuenca del Papaloapan. A toda marcha deben avanzar las empresas para cumplir con los contratos”.
La gira no terminó ahí. La mandataria continuó su recorrido hacia la zona sur, revisando las obras pendientes de pavimentación que conectan la Cuenca del Papaloapan con la región de Los Tuxtlas, un corredor estratégico para la movilidad, el comercio y el turismo. Desde ese punto recordó uno de sus compromisos más reiterados:
“La carretera Isla–Los Tuxtlas fue la primera carretera que prometí. Ya está en proceso y vamos a apurar para que le den más velocidad”.
La frase no es menor. Se trata de una vía largamente demandada por habitantes, productores y transportistas, y que por años fue sinónimo de abandono, baches y promesas incumplidas. Hoy, el mensaje del gobierno estatal apunta a acelerar los trabajos y evitar retrasos que históricamente han castigado a esta región.
Estos recorridos se suman a otras supervisiones realizadas previamente por la gobernadora, como la carretera Tezonapa–Motzorongo, en plena zona cañera, así como el tramo Atoyac–Miguel Alemán, entre otros puntos clave de la red carretera estatal. En todos los casos, el común denominador ha sido el mismo: presencia física, revisión directa y exigencia de cumplimiento.
Con esta dinámica, Nahle García busca marcar distancia de la vieja práctica de gobernar desde el escritorio y enviar un mensaje político y administrativo claro: las obras no se anuncian, se revisan; no se presumen, se terminan. En un estado con un rezago histórico en infraestructura carretera, la apuesta por la supervisión constante no solo es un gesto simbólico, sino una señal de que el tema está colocado como prioridad real en la agenda gubernamental.