Interrumpen Conferencia de Prensa de Candidato al Senado

Extrabajadores Portuarios los Inconformes

Gamaliel Velazco

VERACRUZ, MÉXICO — En una sorpresiva interrupción, la conferencia de prensa de Dante Delgado Morales, aspirante a la Senaduría por Movimiento Ciudadano, fue perturbada este martes por un grupo de extrabajadores portuarios, obligándolo a cambiar de ubicación y poniendo de manifiesto antiguas controversias relacionadas con una requisición ocurrida en 1991 durante el mandato de su padre, Dante Delgado Rannauro, como gobernador de Veracruz.

La rueda de prensa, programada para las 8 a.m. en un conocido restaurante de Veracruz, marcaba la primera reunión del aspirante con representantes de los medios de comunicación. No obstante, ex trabajadores, portando pancartas y coreando consignas en busca de justicia por la requisición sufrida, cambiaron el rumbo del evento.

"Veracruz vive una tragedia en seguridad", acusó Dante Alfonso Delgado en respuesta a la interrupción. Los integrantes de diversos sindicatos portuarios requisados en 1991 vieron en la candidatura del hijo una oportunidad para poner de manifiesto sus reclamos.

Bajo consignas como "ratero" y otras expresiones incisivas, los manifestantes impidieron la continuación de la rueda de prensa. A pesar de los intentos de Delgado Morales por calmar la situación e invitar al diálogo, incluso solicitando la presencia del líder del grupo para una mesa de negociación, la falta de respuesta y condiciones adecuadas llevó al candidato y su equipo a solicitar a los medios de comunicación que se trasladaran al interior del negocio para finalizar la conferencia.

"La principal inconformidad que tenemos contra Dante Delgado Rannauro es porque, junto con Carlos Salinas de Gortari, se prestó para robarnos el puerto de Veracruz. Si lo ven, todo el centro histórico de Veracruz está en abandono", expresó uno de los inconformes.

Los extrabajadores portuarios aseguraron que no permitirán que personas vinculadas a Dante Delgado Ranauro ocupen cargos de elección, argumentando que el exmandatario causó un considerable daño al puerto de Veracruz con el supuesto consentimiento de Carlos Salinas de Gortari.

La requisición de 1991 dejó cicatrices profundas en los extrabajadores, quienes fueron despojados de sus empleos, propiedades, cuentas bancarias y futuras pensiones.

Después de más de 30 años, estos afectados se han unido en la búsqueda de justicia laboral, solicitando indemnización y la devolución de su patrimonio, logrando avances graduales, pero aún enfrentando desafíos para recuperar completamente lo que consideran suyo.