DEJARON DESCARADAMENTE SAQUEADOS A MUCHOS AYUNTAMIENTOS.
Xalapa. Ver: Agarrenlos /
¡Que el Orfis desquite el sueldo!


Xalapa. Ver / 2022-01-04

Xalapa Ver. 3 de enero 2021.- En materia de fiscalización en los Ayuntamientos aún existe mucho que hacer, porque hasta el momento toda la carga de recibir las administraciones de los alcaldes salientes está sobre los hombros de sus sucesores, cuándo existen un cúmulo de organismos que cobran por auditar a los municipios, pero a final de cuentas el día en que los Cabildos dejan el cargo no están presentes.
Que solamente los presidentes municipales entrantes lleven la carga de recibir los inmuebles e infraestructura es exponerlos, porque muchas de las veces el hecho de exhibir la trapacerías de sus antecesores deriva en problemas personales y hasta en violencia, sería mejor que los encargados de auditar su salida y aplicarles la ley fueran funcionarios que no vivan en ese municipio, que no estén en campo abierto para las venganzas.

Es evidente que existen cabos sueltos para la fiscalización de los alcaldes que terminan su periodo de Gobierno, quedó evidenciado ante la trapacería en que incurrieron muchos de ellos en los últimos días en el cargo; un botón de muestra es Juchique de Ferrer; en el que la señora Portilla Gumercindo dejó pelón el Palacio Municipal, no se llevó las piedras porque no pudo, pero arrasó con muebles, computadoras, materiales y hasta con maquinaria pesada.
Desapareció todo, quizás con el propósito de hacer daño a la administración entrante; pero sea cual sea el objetivo el hecho de que se haya robado lo inventariado y lo comprado con dinero público no deja de ser un delito; la pregunta es: ¿Quiénes se encargarán de aplicarles la ley hasta las últimas consecuencias a este tipo de “servidores” públicos? ¿El Orfis, el Congreso, la Fiscalía? El que sea que tenga que hacerlo que lo haga, que no dejen solos a los nuevos alcaldes que ya tienen suficiente con levantar el tiradero que les dejaron y detectar los verdaderos desfalcos como para todavía andar correteando a sus antecesores por rateros de mobiliario.

Pero no pueden dejar de hacerlo, porque de lo contrario corren el riesgo de que sean ellos los que se enfrenten los problemas legales por no denunciar el saqueo “zorrero” de las fichitas que los antecedieron.

Ahí está la papa caliente, no se las dejen solamente a los recién llegados, ni se siga permitiendo que se vayan destruyéndolo todo, sin que existan consecuencias; porque si un ciudadano común se roba una computadora o una silla se va derechito a la cárcel, y estos que robaron por mayoreo se quedan como la fresca mañana ¡No se vale!