Isaac “N” quien fuera director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Cuitláhuac durante el periodo 2011-2013, fue detenido en Baja California Sur por elementos de la Policía Ministerial de Veracruz, lo que prueba que el brazo de la justicia es muy largo y llega a todas partes.

¿De qué se le acusa a este señor? De incumplimiento de un deber legal. Esto quiere decir que cuando fue funcionario público dejó de ejercer sin causa justificada las funciones que le fueron conferidas.

Por lo anterior que puede hacerse acreedor a una pena de uno a seis años de prisión. Es decir, más tardará en ingresarlo al penal de La Toma, en el municipio de Amatlán (que es a donde lo llevaron) que en salir mediante el pago de una fianza.

Bien por los agentes ministeriales que tras arduas investigaciones localizaron a este sujeto y fueron por él hasta Baja California Sur. Pero…

Donde uno levanta la ceja es cuando se da cuenta que se tardaron ocho años en dar con su paradero. Ocho largos años y eso es mucho tiempo. Aunque déjenos comentarle apreciado lector, que hay persecuciones que duran más años.

Un sujeto en Inglaterra se hizo famoso cuando tras cincuenta años de esconderse de la policía por el asesinato de una persona, se entregó a las autoridades cuando nadie se acordaba del crimen y éste había prescrito, por lo que se negaron a recibirlo en prisión.

¿Qué sucederá con los ladrones disfrazados de funcionarios que dejarán sus puestos en el 2024 pero saldrán forrados de billetes? ¿Acaso los detendrán en el 2074 cuando los delitos hayan prescrito?

Qué bueno que la justicia tenga el brazo muy largo, pero sería mejor que se comprara al menos una motocicleta para perseguir y detener a los pillos con más prontitud.