197 AÑOS DESPUES YA SE LA ANDAN PERDONANDO A ITURBIDE
: A 200 AÑOS DE LA CONSUMACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA /
A 200 AÑOS DE LA CONSUMACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA


/ 2021-09-29

En los libros de historia de nuestra niñez se hablaba del inicio de la Independencia, pero no de su consumación. Por esos libros supimos que Miguel Hidalgo y Costilla es el Padre de la Patria; José María Morelos y Pavón es el Siervo de la Nación. Y Allende, Aldama, Josefa Ortiz de Domínguez van de relleno y nada más.

Y a la pregunta sobre quién fue el consumador de la Independencia, los maestros callaban.

Tuvieron que pasar 200 años para que se recorriera el velo que ocultó ignominiosamente la figura de Agustín de Iturbide, que fue el principal firmante del Acta de Independencia firmada la mañana del 28 de septiembre de 1821.

¿Por qué no se le reconoció antes? Porque cometió el error de proclamarse Emperador y este error lo ha cargado durante 197 años. Desde el 19 de julio de 1824 en que fue pasado por las armas en Padilla, Tamaulipas, tras desembarcar en Soto la Marina de su exilio en Italia.

Antes de su ejecución Iturbide fue declarado fuera de la ley y condenado a morir fusilado. Quien firmó la orden de fusilamiento fue el comandante militar de la zona, Felipe de la Garza, un soldado a quien Iturbide había perdonado la vida años antes.

Las últimas palabras de Iturbide ya frente al pelotón de fusilamiento fueron: “¡Mexicanos!, en el acto mismo de mi muerte, os recomiendo el amor a la patria y observancia de nuestra santa religión; ella es quien os ha de conducir a la gloria. Muero por haber venido a ayudaros y muero gustoso, porque muero entre vosotros: muero con honor, no como traidor: no quedará a mis hijos y su posteridad esta mancha: no soy traidor, no”.

Por muchos errores que haya cometido, nadie le puede negar el hecho de que nos dio una patria, el nombre para la misma y una bandera que hasta la fecha tiene los tres colores originales: el verde de la esperanza, el blanco de la unidad y el rojo de la sangre derramada por los héroes.

Hoy sabemos ya que el consumador de nuestra Independencia fue Agustín de Iturbide y ese es un hecho histórico que nadie puede soslayar. Ahora sólo falta que algún presidente diga su nombre en el balcón central de Palacio Nacional para que reciba el homenaje que por 200 años le ha escamoteado la historia oficial.