Mientras en otras partes del mundo se aprovechó la pandemia para rehabilitar, mejorar y vigilar las escuelas, en México se echaron al olvido. ¿Resultado? Cientos fueron robadas, vandalizadas y abandonadas al grado que donde hubo césped ahora hay monte.

En Veracruz se tienen registradas 102 escuelas que fueron afectadas por el robo y vandalismo (y se nos hacen pocas). Pero la Secretaría de Educación de Veracruz, siempre al pendiente de las necesidades de la grey estudiantil (Oh sí, cómo no) entra al rescate de las escuelas.

El titular de la SEV, Zenyanzen Escobar dijo: “Estamos trabajando, nosotros tenemos que resolver porque en algunos lugares (así les llamó a las escuelas) se quedaron sin agua y sin luz y no podemos decir vamos a un regreso a las aulas si no tenemos lo mínimo para regresar”. Y es aquí donde de seguro entró el aplauso generoso de la masa estudiantil agradecida.

Donde se esfumó ese aplauso fue cuando el funcionario anunció el presupuesto que se destinará al mejoramiento de esas 102 escuelas porque la suma es de 3 millonzotes de pesos.

Basta hacer una simple división para saber que a cada escuela, abandonada por más de 17 meses, le tocarán en promedio 29 mil pesos que evidentemente no servirán para pagar el agua y mucho menos la luz. Acaso alcancen para una buena chapeada y limpiar los pupitres. Porque ni para una buena pintada que buena falta que les hace.

Ni hablar, estos no son tiempos de despilfarro, sino tiempos de austeridad republicana.

Eso sí, Zenyanzen dijo que las 24 mil escuelas que hay en el estado, recibirán cada una un kit de limpieza como cortesía de la SEV.

Caray, qué bonito detalle el del señor secretario.