La clínica hospital del ISSSTE en Tuxpan se parece a esos “sepulcros blanqueados que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de toda inmundicia” como le dijo hace más de 2000 años un carpintero de Nazaret a los Escribas y Fariseos. Y es que si uno ve la edificación por fuera se ve cachetona de bonita, pero basta entrar para advertir que el otro lado de la moneda es diametralmente diferente.

Por principio de cuentas es crónica la falta de personal médico y no se diga de medicamentos, pero a eso hay que aunarle el deterioro del hospital que literal, se encuentra en terapia intensiva por la falta de mantenimiento. Cada que llueve faltan cubetas para contener las filtraciones de agua que en algunas unidades parecen regaderas.

Este viernes se cayó el plafón del techo de la Unidad de Hemodiálisis donde se encuentran los pacientes con problemas renales y de puro milagro no cayó sobre ninguno de ellos. Los propios trabajadores dieron a conocer que ya habían advertido a sus superiores sobre el mal estado de la estructura, pero no les hicieron caso.

Agregaron que debido a las filtraciones en un área que se supone debería estar esterilizada y libre de agentes contaminantes, el plafón tenía manchas de humedad y era evidente que requería mantenimiento. “Desde hace tiempo que dijimos que esto se iba a venir abajo pero nadie nos hizo caso” dijo un trabajador de limpieza.

Una doctora que pidió el anonimato, denunció que esta es solamente una muestra de las carencias del hospital, ya que existen otras áreas que requieren mejoras urgentes, cuando se le preguntó cuáles son esas áreas, contestó que prácticamente todas.

Otro doctor mencionó que hace seis años el hospital fue objeto de una remodelación donde se invirtieron alrededor de 60 millones de pesos, pero evidentemente hubo irregularidades porque los trabajos no se concluyeron.

Híjole; y pensar que nos prometieron un sistema de salud como el que tiene Dinamarca.