
/ 2021-02-11
Es interesante el dato publicado por la periodista Claudia Montero; resulta que no solamente los “hermanos caradura” quieren pasarse la estafeta de la alcaldía de Veracruz, en una oda al nepotismo; resulta que veinte alcaldes más quieren heredarles su silla a familiares cercanos; hay de chile, dulce y manteca, es decir que está sucediendo en todos los partidos políticos.
Se destacan casos como el de Córdoba con Leticia López que impone a su hermano, menos mal que dejó de impulsar a su hijo “El Ata”. En Santiago Tuxtla la familia Zapot no quiere dejar la chichi oficial, así que va la nuera de candidata. En Tuxpan, en el colmo del cinismo los primos Mancha pretenden echarse el cambio de trapecio.
La política pasó de ser una pugna de grupos y organizaciones, a un negocio familiar muy redituable.