La cestería en México es una de las tradiciones artesanales más antiguas de México, tiene sus orígenes en el periodo prehispánico y al sumarse los productos españoles se conformó una tradición que perdura hasta este momento y forma parte de la historia de nuestro país.

Es elaborada con tiras o fibras de origen vegetal. Con una variedad de especies y texturas se elaboran recipientes que sirven para almacenamiento de producción agrícola, canastos, bolsas, figurillas, etc.

En Veracruz la producción se concentra en las poblaciones indígenas y se destina a la vida cotidiana y el trabajo agrario. Su distribución se lleva a cabo en mercados locales y regionales. En la Sierra de Zongolica se producen petates y ceñidores tejidos con fibra de palma previamente tratada. En la Huasteca Veracruzana se distingue por su gran producción cestera. Se utiliza bejuco de zarza y de guinea; palma real, palo de rosa, carrizo, mimbre, raíz de orquídea, zapupe, costilla de palma real y palmilla para la elaboración de canastos, bolsas y cestos de gran tamaño. Mencionando algunos puntos de un estado en el que la cestería es una tradición vigente a lo largo de todo el territorio.

La tradición de la cestería representa una opción sustentable para suplir productos de uso cotidiano que dañan al entorno y hasta materiales para muebles y construcción de espacios arquitectónicos. Anteriormente se debía cuidar el medio ambiente, pero lamentablemente por el estado en que se encuentra en este momento no solo debemos cuidarlo, se debe ir más allá sumando alternativas para repararlo, como el uso y producción de este tipo de objetos de manera sustentable.