Redacción, Revista el Tlacuilo.- Si buscas una película que te deje con el corazón apretado y la sensación de que la vida es más grande que sus propias historias, El gran pez es la opción perfecta.
Se trata de una cinta de Tim Burton, pero no del Burton oscuro y gótico que todos conocemos, en esta ocasión se atreve a ser un Burton luminoso, cálido, casi mágico. A través de Edward Bloom —un hombre que narra su vida como si fuera un cuento lleno de brujas, gigantes y peces imposibles— la película te invita a reconciliarte con la imaginación, con tus padres y con esa parte de ti que todavía cree en lo extraordinario.

Ewan McGregor y Albert Finney se encargan de darle vida a un personaje entrañable, mientras que la historia avanza hacia un final tan emotivo que es famoso por hacer llorar incluso a quienes juran que “no lloran con películas”.

El gran pez es ideal paras quienes desean ver algo que mezcle fantasía, nostalgia y un golpe directo al corazón, sin caer en cursilerías. Es una película para ver una vez… y para recordar siempre. La crítica la elogió por su narrativa, su estilo visual y su carga emocional. Con el tiempo, se convirtió en una cinta de culto y una de las más queridas de las que ha filmado Tim Burton.

Los premios no le han hecho mucha justicia, sin embargo, eso no le resta que sea extraordinaria.

Se le negaron los Premios Oscar, pero Saturn Awards (Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films) le otorgó el premio como Mejor Película Fantástica; y al Mejor Actor (Ewan McGregor). También fue premiada por Critics’ Choice Awards por su elenco infantil.