Redacción. - La noticia buena es que después de la puesta en marcha de la Estrategia Nacional contra la Extorsión el 6 de julio de 2025; la extorsión telefónica disminuyó un 14% en el promedio diario. La mala es que de la que aún se realiza por parte de delincuentes, el 56% de las líneas telefónicas utilizadas para extorsiones provienen de 12 centros penitenciarios federales ¡Increíble!

Pero hay dos cosas positivas, la primera es que Omar García Harfuch lo aceptó y anunció estrategias reales para evitarlo: Las diversas medidas, incluyen encriptar líneas y antenas, instalar inhibidores de señal, sensores de movimiento, sistemas de circuito cerrado y llevar a cabo acciones de inteligencia conjuntas, revisiones tecnológicas, además de operativos de supervisión en centros penitenciarios federales.

Insistimos, si la tecnología y los bancos de información existentes se utilizaran al 100% para combatir el delito, los índices serían mucho menores, esta decisión por parte de García Harfuch es un buen ejemplo de que el uso de la tecnología para frenar un delito es eficaz.

Si estas acciones logran sostener su eficacia, podrían marcar un antes y un después en la lucha contra este delito. Por ello, urge que los gobiernos estatales repliquen esta estrategia en sus propios centros penitenciarios.

Países como Japón y Noruega ya han logrado resultados sobresalientes mediante sistemas de aislamiento digital total en prisiones, donde ningún interno tiene acceso a líneas telefónicas que no sean controladas.

En lo que respecta a nosotros los ciudadanos, para evitar ser extorsionados, nunca sostengamos diálogo con los extorsionadores, cuelgue de inmediato y reporte el número al 089.