Redacción: En la conferencia del pueblo de este viernes volvió a salir el tema de las indagatorias de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hacia la administración de Cuitláhuac García Jiménez. Ya antes se le había hecho la misma pregunta a la gobernadora Rocío Nahle, quien señaló que “son observaciones y muchas de ellas ya han sido solventadas”.

En esta ocasión, la presidenta Claudia Sheinbaum fue más específica que las otras veces que se le ha preguntado del tema. Calificó a García Jiménez como “un hombre honesto” y aclaró que las observaciones emitidas por la ASF “muchas veces tienen que ver con servidores públicos dentro de los gobiernos, con algún proceso administrativo o compra, y no necesariamente implican un daño patrimonial”.

Sheinbaum explicó que el Gobierno de México revisará cada caso en su momento para determinar si se trata de errores administrativos o de un manejo indebido de recursos. En caso de existir irregularidades —dijo— “se procederá conforme a la ley, administrativa o penalmente”. Puntualizó que, de haber responsabilidad, ésta recaería en los titulares de las áreas involucradas.

La presidenta fue clara: hasta donde tiene conocimiento, el exgobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, no tiene ninguna responsabilidad sobre el presunto daño patrimonial señalado en la Cuenta Pública 2024 del Estado de Veracruz.

“Que nosotros sepamos, no hay responsabilidad de Cuitláhuac, ni siquiera lo plantea la auditoría. Las observaciones todavía están para poder responder”, afirmó durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional.

Actualmente, Cuitláhuac García Jiménez funge como director general del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenegas). La pregunta sobre las observaciones de la ASF se ha vuelto recurrente en las Mañaneras, pero la respuesta de Sheinbaum no ha cambiado: “Tengo la mejor opinión de Cuitláhuac García y está trabajando bien con nosotros”.

Sin embargo, todo apunta a que hay quienes quisieran que su respuesta fuera distinta.
Quienes buscan amarrar navajas entre Nahle y Cuitláhuac pasan por alto algo básico: presentar denuncias por irregularidades no es una opción, es una obligación legal. Así que las denuncias se presentaron por inercia jurídica, no por conflictos personales.