(Redacción).- Se aplica en el caso del ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León la máxima de que “para tener la lengua larga hay que tener la cola corta”; Zedillo recién retomó la vida pública de la peor manera: confrontándose con la Presidenta Claudia Sheinbaum.

En septiembre del año pasado Zedillo acusó en un artículo en el periódico estadounidense The New York Times a Sheinbaum de estar comprometida con seguir el objetivo de su predecesor López Obrador y convertir a México en una autocracia de partido único, y de que se buscaba promover una crisis constitucional con la reforma judicial.

En enero de este año, al participar en el Foro de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el ITAM, Zedillo Ponce de León acusó que en los primeros cuatro meses de gobierno de Sheinbaum Pardo, México había perdido la categoría de país democrático.

Recientemente, el pasado domingo 27 de abril, en un artículo en la revista Letras Libres, el expresidente Zedillo Ponce de León afirmó que la reforma judicial “es una farsa, es un engaño al pueblo de México” y que la democracia ya murió en el país.


La presidenta Claudia Sheinbaum entonces ironizó: “¡Ahora resulta que Zedillo es el paladín de la democracia!”, y confió en la memoria colectiva para poner a Zedillo en su justa dimensión.

Pero ante la incursión de Zedillo en la vida pública, no solamente se despertó la memoria ciudadana, sino también la legal, y salió a la luz pública el primer “casete” de once cintas con supuestas grabaciones de la familia Zedillo (esposa, suegro y cuñados) negociando con un grupo de narcotraficantes de Colima; estos se atribuyen a que son parte de una extensa investigación que llevó a cabo el General José de Jesús Gutiérrez Rebollo encaminada a descubrir quienes, desde el poder, protegían a grupos criminales.

El General Gutiérrez Rebollo, murió en un hospital cuando cumplía una sentencia de 40 años de cárcel; ahora su hijo candidato a la SCJN, César Gutiérrez Priego, dio a conocer los audios:

“Estas son las llamadas telefónicas que mi padre grabó mientras investigaba el Cartel de Colima de los Amezcua Contreras. Mi padre descubrió que Nilda Patricia Velasco, esposa de Ernesto Zedillo, tenía relaciones y negocios con el crimen”, afirma.

En “X”, Cesar Gutiérrez posteó: “Mi padre descubrió que Nilda Patricia Velasco, esposa de Ernesto Zedillo, tenía relaciones y negocios con el crimen organizado, cuando intentó informar sobre esto Zedillo quien era Presidente de México ordenó detenerlo e inventarle delitos".

El escándalo apenas empieza para el ex presidente y el final es de pronóstico reservado.