GOBIERNO ESTATAL YA ATIENDE EL CASO DE LOS AGRESIVOS PALAPEROS, QUE SON “DUEÑOS” DE LA PLAYA DE CHACHALACAS.
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Comerciantes dicen haber comprado una playa

Revista el Tlacuilo
INFORMACIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-04-26

(Redacción).- Una familia de visitantes fue agredida con reclamos y golpes en la playa de Chachalacas por dos comerciantes, tras negarse a consumir sus productos; el hecho fue denunciado mediante un video difundido en redes sociales.

En las imágenes se escucha a una mujer grabando el momento en que su familia discute y se confronta contra unos “palaperos”, quienes exigían el consumo de sus productos para permitirles permanecer en el lugar.

Explica la denunciante: “En el acceso no había nadie, hasta que llegó un joven a decir que la propiedad pertenecía al restaurante y que si no consumimos pues que retiráramos nuestro auto porque era una playa privada”.

La familia de visitantes radica en Cardel, a escasos minutos del lugar, denuncian que argumentaron que la playa era federal, pero recibieron una respuesta insólita: “que los palaperos habían comprado la propiedad y que si no salían del lugar le iban a hablar a la policía”. El momento más tenso es cuando uno de los hombres le lanza un puñetazo (“descontón” sin previo aviso) a la mujer que grababa para que dejara de hacerlo. El bochornoso incidente ya es tema nacional.

El día de hoy en entrevista, la gobernadora Rocío Nahle abordó el caso de esta agresión en Chachalacas

Explicó que de inmediato instruyó a la Secretaría de Seguridad Pública y a la Secretaría de Turismo para intervenir. Recordó que, constitucionalmente, los primeros 50 metros de costa pertenecen a la nación, por lo que nadie —ni siquiera los grandes hoteles— puede apropiarse de ese espacio. Subrayó que debe respetarse el libre acceso a las playas y señaló que las autoridades ya están atendiendo el caso, dialogando con la persona involucrada.

El asunto parece que es la punta de la madeja de algún ilícito, esto en caso de que sea real que los comerciantes “compraron” el terreno; lo bueno entre lo malo es que ya se investiga y que es la oportunidad de meter en cintura a quienes con su voracidad “comercial” ahuyentan al turismo.