(Redacción).- Frente a la actitud sumisa del primer ministro de Canadá; Donald Trump respondía con recurrentes humillaciones, es más, ya habiendo anunciado su dimisión no lo suelta, y publicó:

“Los Estados Unidos no puede seguir sufriendo los masivos déficits comerciales y subsidios que Canadá requiere para mantenerse a flote. Justin Trudeau sabía esto y renunció”.

Antes, lo había llamado “Gobernador Justin Trudeau del gran estado de Canadá” y propuso que Canadá sea el estado 51 de la Unión Americana; pero ¿Por qué tanta saña contra el ministro canadiense?

La historia es antigua: La raíz del odio surgió el 4 de diciembre del 2019 durante la Cumbre de la Otan, celebrada en Londres Inglaterra, cuando Justin Trudeu, creyéndose en una reunión privada en el palacio de Buckingham en donde “estaban chupando tranquilos”, realizó comentarios de burla en contra de Trump; pero no, era un lugar aislado, el momento fue grabado y hecho público ese mismo día.

Uno de los que conversaba con el ministro canadiense y celebró sus burlas fue el mismísimo anfitrión de aquella cumbre, Boris Johnson; escuchaban y reían también el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, y Mark Rutte de Holanda. Todos ellos se burlan de Trump porque había utilizado demasiado tiempo en una conferencia de prensa; Trudeu haciendo gala de sus dotes de comediante comentó: “Llego tarde porque su rueda de prensa duró como 45 minutos, tanto que hasta el equipo de Trump se quedó boquiabierto” … o bostezando que es lo mismo.

Parece una broma simple, pero hablando del ego del mandatario de uno de los países más poderosos del mundo es serio, y tratándose de Trump siendo mandatario es verdaderamente grave; tanto así que Donald Trump abandonó Inglaterra sin esperarse a la clausura, no sin antes calificar a Trudeau por sus comentarios, como un “doble cara”; acá en México les decimos “hipócritas”.

He ahí uno de los motivos por los que Trump se ensañó tanto con Trudeau, quien ya en breve pasara al vertedero de la historia.