(Redacción).- Desde antes de asumir la presidencia, Donald Trump trata de intimidar al Gobierno mexicano amenazando con posibles aumentos de aranceles si no se realiza una modificación en su estrategia de seguridad, lo cual ha generado tensión adicional en la relación bilateral entre ambos países.

Ken Salazar (tocayo del novio de Barbie) se mete y arremete dentro de esa estrategia de intimidación criticando públicamente la Seguridad que llevó a cabo el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

El embajador enfatizó la gravedad de la situación de violencia en México, afirmando que "el pueblo de México merece vivir sin miedo" y que es fundamental un sistema de justicia sólido para enfrentar este problema… ¿Así o más quieren meter las manos los gringos?

Las declaraciones le costaron a don Salazar una segunda nota diplomática, en donde México expresó su "extrañamiento" por los comentarios del embajador, manifestando su desacuerdo con la valoración de la política de seguridad nacional.

Desde la Redacción de Revista el Tlacuilo expresamos nuestra “humilde opinión” al respecto de la acometida gringa: Primero, Donald Trump es un “toma todo” que desea tener un vecino débil y le molesta la relación comercial de nuestro país con China, uno de los principales enemigos comerciales de E.U.

Es claro que la presión económica es una manera de tratar de doblegar a México y regresar a los tiempos en que nuestro país era el patio trasero gringo; el crimen organizado es un buen pretexto para presionar.

Dice Salazar que "el pueblo de México merece vivir sin miedo", lo dice el representante de un país en donde se pueden comprar armas como si fueran golosinas, con tiroteos recurrentes en contra de inocentes y con atentados a causa de su política bélica hacía el exterior. Preguntaríamos ¿Su pueblo vive sin miedo? El burro hablando de orejas.

En el tema del trasiego de sustancias; la “mercancía” no tiene patitas, no camina sola por el territorio estadounidense; al interior del territorio gringo existen carteles que la distribuyen, pero a esos no los quieren combatir, quieren ir sobre los de México, para encubrir a los suyos y de paso hacer suyo nuestro territorio.
Muchos de los distribuidores y lavadores de dinero del país de las barras y las estrellas, quizás, son socios de políticos corruptos del gobierno Estados Unidos, porque allá las autoridades están metidas hasta el cuello; de lo contrario no se explica uno que no los combatan.

"Que nos disculpen pero que nos perdonen", pero acá en México el Gobierno no necesita tener “pachecos” a sus ciudadanos para gobernarlos, en Estados Unidos sí; y si les quitan la droga unos días a un sector de habitantes, en verdad se les pondría difícil a las autoridades.