Redacción. - Por debajo del agua, el Coordinador de la bancada de los diputados de Morena Veracruz en el Congreso federal, Zenyazen Escobar García y el presidente de la Jucopo del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, se están tirando guamazos con todo.

La manzana de la discordia entre estos dos personajes es la negligencia en el proceso de la aprobación de la Minuta con Proyecto de Decreto por el que se reforma el artículo 107 y se adiciona un quinto párrafo al artículo 105, ambos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de inimpugnabilidad de las adiciones o reformas a la Constitución federal; que si bien pasó de manera positiva en el Congreso de Veracruz, no fue entregada a tiempo a la Cámara de Diputados de San Lázaro, y el Congreso de Veracruz quedó excluido cuando nombraron a las Legislaturas Locales que habían dado su voto a favor de dicha reforma ¡Alguien falló aquí!
Por debajo del agua, Zenyazen culpa a Cazarín y viceversa; pero dentro de todo este lío el “jamón del sándwich” es el Secretario General del Congreso veracruzano, Domingo Bahena Corbalá; porque en ambas versiones es mencionado como la “bisagra oxidada” que no supo operar este importante proceso.

Lo peor del caso es que, no es ninguno de los tres involucrados el que queda mal, hicieron quedar mal a quienes están arriba de ellos en el estado; así que, si se trata de repartir culpas que lo hagan como en los buenos choques de autos, “que cada quien se quede con su golpe”; porque en la “lógica de la logística”, todos fallaron.

Aquí el que debe de estar más preocupado es Zenyazen, porque Cazarín ya se va de la Jucopo en unos días, y solamente se despide con esa mancha; pero, Zenyazen va empezando, y además no es del equipo que mandará a partir de diciembre, y si ya de por sí andaba en la cuerda floja, con esto más.

De Corbalá que decir, ya se iba de todos modos.