4 de mayo, 2024 (redacción).- Si alguien ajeno al entorno veracruzano observara las campañas a la Gubernatura de Veracruz, seguramente pensaría que el candidato oficial es Pepe Yunes, porque sus anuncios en espectaculares, en redes sociales y en medios de comunicación rebasan con mucho los de Rocío Nahle, candidata de Morena.

En todo el estado hay espacios de carteles espectaculares rentados por su coalición, ya sea para la Gubernatura, pero sobre todo para el Senado; las mantas son repartidas a pasto y no hay ningún espacio en las redes que no aparezca un proporcional de José Francisco.

Yunes paga entrevistas con López Dóriga y empresas de comunicación nacionales, chayotea a los locales; sus boletines son publicados en diversos medios que cobran y cobran caro, como por ejemplo Notiyunes.
Es evidente que Pepeyu ya rebasó los topes de campaña, pero eso es lo de menos porque los topes de campaña son como los semáforos a la una de la mañana, nadie los respeta; lo que realmente preocupa es ¿Quiénes están financiando esa campaña? No nos vayan a decir que los del Estero porque esos solo invierten en ellos mismos; aunque sí podrían ser “sus amigos” los que estén soltando billetes, pero ¿A cambio de qué?

Cuidado, el dinero de esa campaña huele a contaminado, y es seguro que estos grupos le están apostando a que, si llegara Pepeyu, le cobrarían su inversión a Veracruz al “millón por uno”; como sucedió con Fidel, con Duarte y con Miguel Ángel.