(Redacción).- Sergio Hernández es el personaje que fue el operador político de Yunes Linares en el Congreso de Veracruz durante dos legislaturas, incluida la que transcurrió durante el minigobierno, es nuevamente candidato del neopanismo a la diputación local por el distrito 10, Xalapa.

Ayer inició campaña con derroche de dinero, suponemos que guardó de sus ahorritos de cuando, amafiado con su compadre Carlos “Chicoche” Fuentes se sirvieron a lo grande de los recursos públicos del Congreso.

Así es la historia: el joven que llegó al PAN con una mano adelante y otra atrás, a quién apodaron Hemán y era el encargado de ir por los chescos, se convirtió en el mensajero oficial del dueño del PAN del estado; su entreguismo abyecto le valió ser diputado local, y convertirse en el plus ultra operador en el Congreso de Veracruz, a donde entró casi igual que al PAN, sin recursos económicos, pero cuándo salió del Palacio Legislativo ya era todo un potentado; dueño de salones de fiestas y diversas propiedades, restaurantero y miembro de la más rancia sociedad fifí de Xalapa.

Tan bien le fue a “Sergio el Bailador” que ahora le alcanza hasta para pagarse una campaña política a todo lujo; pero hay algo que no se puede comprar y es la confianza de la gente después de haberse enlodado tanto.