(REDACCIÓN).- La semana pasada en la cancha del Estadio Cuauhtémoc se disputó un cerrado encuentro entre el Puebla y el Cruz Azul; casi para finalizar el encuentro se dio una mano dentro del área por parte de Gustavo Ferrareis; la arbitro mexicana, Katia Itzel García, después de la revisión del VAR, decidió marcar el penal ante la furia de algunos integrantes del plantel, que se toparon con la valentía de la joven mujer que permaneció inalterable.

Pero casi nunca falta un cobarde para agredir a una mujer, en este caso fue el defensa del Puebla, Sebastián Olmedo, quien entre una serie de insultos le dio un empujón con el pecho mientras seguía con los reclamos.

La imagen rápidamente se volvió viral en redes sociales y los usuarios pidieron a la Federación Mexicana de Futbol y la Liga MX una sanción importante para el jugador de la Franja, sin que hasta el momento se haya hecho, un apunte dice que el Puebla tuvo que pagar una sanción millonaria, pero no hay nada oficial.

Nos sumamos a la indignación de los aficionados y al reconocimiento al trabajo y personalidad que ha recibido en redes la joven árbitra; que además fue excesivamente tolerante y se la perdonó a su agresor, porque debía haberlo expulsado.

Es importante que se sancione al jugador y a todos los agresores de mujeres, sobre todo a quienes sean personas públicas, porque toda figura pública, en este caso el jugador, está obligada a respetar a la mujer ya que estamos en una sociedad en donde la violencia contra las mujeres y los feminicidios se han disparado; y estas acciones, que parecen simples, alientan esa violencia.