19 de abril, 2024.- La familia López, en contubernio con el Partido Acción Nacional sumió durante muchos años a Córdoba en el atraso brutal; además no son pocas las acusaciones de saqueo por parte de la sociedad contra los panistas que “gobernaron” ese municipio; los más recientes fueron los perpetrados por la alcaldesa y su hijo.

En campaña el actual alcalde, Juan Martínez Flores, tomó el hartazgo popular contra el PAN como bandera de batalla, “vamos a decirle adiós a esa alianza tóxica de los mismos de siempre, para dar paso al Gobierno del Renacimiento de Córdoba”, afirmaba. Por otra parte, el daño patrimonial detectado por el Orfis durante la administración de Leticia López es de 160 millones tan sólo en dos años (2019 y 2020).

Pero ahora, por un berrinche infantil al alcalde se le olvida todo eso y está traicionando a sus electores y coquetea con quienes tanto daño le hicieron a Córdoba, el tema de su molestia _se dice_ es porque no le aceptaron a sus candidatos ¡hágame el refabrón cavor!

No extraña del señor Martínez, porque es bastante “limitadito”, personajes cómo él no saben que llegaron al cargo solamente por el gran peso y credibilidad que tiene Morena, pero ahora piensan que fue porque son el plus ultra y regentean su respaldo político ¡Pobres!

Así como existen los “vestidos de la venganza” también surgió en ese municipio “la pintura de la traición”, porque el señor Martínez decidió pintar el palacio municipal de “blanquiazul”, los colores institucionales del PAN; “la forma es fondo” y quizás desee mandar el mensaje de su enojo; pero con esto no ofende solamente a su partido, ofende principalmente a los ciudadanos cordobeses que aborrecen al PAN y sus saqueos y le entregaron a él su confianza, y se ofende a él mismo al mostrar públicamente su falta de inteligencia, de visión política y de lealtad.