4 de abril: Día Mundial de la Lucha contra la Explotación Sexual Infantil

México y el mundo se unen en la lucha contra una violación flagrante de los derechos humanos de la infancia.

El mes de abril no solo está marcado por la celebración de la infancia, sino que también nos recuerda la cruda realidad que enfrentan millones de niños y niñas en todo el mundo: la explotación sexual infantil. En este contexto, el 4 de abril cobra especial relevancia como el Día Mundial de la Lucha contra la Explotación Sexual Infantil, una fecha destinada a concienciar y actuar en contra de este flagelo que afecta a millones de menores en todo el mundo.

En México, las estadísticas son alarmantes. Según datos del INEGI, 3.3 millones de personas entre 5 y 17 años son obligadas a realizar trabajos prohibidos por la ley, exponiéndolas a abusos físicos, psicológicos y sexuales. La explotación sexual infantil se presenta como una forma de violencia y abuso de los derechos humanos, donde niños, niñas y adolescentes son coaccionados a participar en actividades sexuales con adultos a cambio de beneficios, ya sea dinero, protección, comida u otros recursos.

Esta cruel realidad muchas veces es perpetrada por redes de delincuentes que operan a nivel internacional, traspasando los límites entre el Estado, el sector privado y las organizaciones criminales. La Declaración y Programa para la Acción del Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes define esta práctica como una violación fundamental de los derechos del menor, equivalente a trabajo forzoso y una forma contemporánea de esclavitud.

La lucha contra la explotación sexual infantil requiere de un esfuerzo conjunto de la sociedad, el gobierno y las organizaciones internacionales. Es fundamental conocer las formas de violencia sexual contra la infancia para detectarlas, denunciarlas, prevenirlas y erradicarlas. La difusión de información, la concientización y la educación son herramientas clave en este combate.

El 4 de abril no solo es un recordatorio de la necesidad urgente de actuar contra la explotación sexual infantil, sino también un llamado a la acción para construir un mundo donde la dignidad y los derechos de la infancia sean respetados y protegidos.