Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó y lamentó el enfrentamiento armado que sucedió durante la madrugada en Chilpancingo, Guerrero, en donde un normalista de Ayotzinapa fue asesinado y un segundo estudiante fue herido.

Narró que la información con la que cuenta sobre los hechos es que dos jóvenes, que venían de Tixtla de los festejos de la Normal de Ayoztinapa, viajaban en un auto particular y fueron interceptados por la policía en un retén. Con ello, descartó que tenga relación con las manifestaciones que han llevado los normalistas, en las que incluso fue derribada una puerta de Palacio Nacional; “Nada más aclarando que no fue un choque de policías y manifestantes, eso es otra cuestión lamentable porque no queremos que nadie pierda la vida.”

También prometió que darán información diariamente sobre los hechos, y que hoy por la tarde la secretaria de Seguridad, Rosa Icela, estará dando a conocer más elementos. López Obrador anunció también que pedirá a la Fiscalía General de la República (FGR) que atraiga el caso.

Tras estos hechos, un grupo de normalistas arribaron a Chilpancingo en autobuses, tomaron una patrulla de la Policía Estatal (responsable del operativo) y la quemaron en la avenida Insurgentes.

La versión del secretario General de Gobierno de la entidad, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, es que el asesinato del estudiante se dio tras una agresión de los normalistas contra los agentes, aunque no especificó qué tipo de agresión sufrieron los elementos. Señaló que no hicieron alto en el retén de revisión de vehículos con reporte de robo.