En septiembre de 1989 se anunció la venta de Telmex, y fue hasta diciembre de 1990 que se abrieron los sobres con las ofertas de los empresarios, siendo Carlos Slim el ganador. Antes de la privatización, Telmex valía 207 millones de dólares y tras el anuncio de la venta llegó a los 3 mil 300 millones de dólares.
La adjudicación fue “tamaleada” por el presidente en turno, Carlos Salinas de Gortari, acusaron en aquel entonces.

En conferencia, el presidente de Fundación Telmex se queja ahora de que la compra de la telefónica en los años 90 estuvo acompañada de la herencia de un pasivo laboral muy alto que no ha permitido que la empresa sea rentable… ¡Cuánto cinismo!

Ahora el afortunado comprador, multimillonario gracias a la adjudicación, dice que actualmente Teléfonos de México (Telmex) no es rentable porque se encuentra en números rojos debido a su fuerte pasivo laboral y que no le han permitido entrar al mercado de televisión de paga, pese a esto el empresario Carlos Slim Helú. Se quejó además de los limitantes de no cobrar llamadas de larga distancia, ni por minuto y todos esos sistemas con los que sangró al usuario tantos años.

¿Pero qué tal Telcel? Ahí si nos cobra hasta por respirar cerca del teléfono móvil. Además de clavarnos cobros por servicios que nunca contratamos; imagínese usted, si a 3 millones de usuarios les aplican un cobro de 30 pesos mensuales por un “servicio” fantasma, es un robo impune.

Slim aseguró que, “aunque le pierde” no tiene intenciones de vender Telmex; pero ojalá la venda, pero no a la iniciativa privada, sino que la regrese al Gobierno y a precio de ganga, como se la vendieron a él… ¡Aunque quizás Slim solamente esté ya “chocheando”!