Algunos se preguntarán por qué escandaliza tanto el acuerdo revelado por el presidente entre los líderes de los partidos opositores más fuertes de México; tanto que podría costarle la presidencia a Córtes, después de la descalificación de su propia candidata a la presidencia, y en una de esas se lleva entre las pezuñas a Alito Moreno.

El tema es que compromete entes que no correspondería al Estado asignar, como son Notarías e instituciones no gubernamentales; la ratificación de un Magistrado de un poder autónomo y hasta rectorías de Universidades también “autónomas” están comprometidas en el documento.

Eso sin tomar en cuenta que exhibe que no existe vida democrática en estos partidos, sino que se acuerdan desde antes las candidaturas y luego se fingen procesos internos.

El balazo en la pierna que se dio Marko Cortés sucede en el peor momento, en la antesala del proceso presidencial y nueve gubernaturas; y aunque dice que “el único mafioso es AMLO”, palo dado ni Dios lo quita, aunque ellos sean muy religiosos.

La descalificación del presidente hacía el presidente del PAN nacional _en este caso_ no es tan grave, tratándose de un opositor, pero las críticas que van en escalada por parte de destacados panistas en su contra, eso sí lo tambalea.