23 de diciembre. - Cristina Pacheco (+) realizó durante su vida muchas entrevistas, todas con su sello distintivo de calidez y calidad humana, pero una de ellas se quedó en el corazón de todos quienes la hemos visto; fue hecha en el año de 1996, a un niño “acomodador de coches” en el Zócalo de la ciudad de México.

El niño de diez años, que trabajaba desde los nueve, narra que se trasladaba de San Juan Tetla, en San Martín Texmelucan, Puebla; no todos los días, pero sí por temporadas; como todo un emprendedor rentaba su cuarto para vivir solo, en la calle de Isabel la Católica, por 126 pesos semanales; compraba sus alimentos preparados y destinaba sus ganancias para compartir con su familia, calzarse y vestirse; “tengo que trabajar duro, sino no comemos” “Salinas nos pasó a amolar”, expresa con naturalidad.

José Alberto se miraba a sí mismo de adulto, regresando a su tierra para cultivar rosas y sembrando el campo; entre la charla habla del momento en que fue asaltado, de sus momentos de desesperanza y demás tópicos humanos.

Afortunadamente no lo devoró la calle y cumplió su sueño de cultivar rosas, hoy es un adulto productivo; se trata de una historia que termina bien, entre tantas otras en las que la calle contagia a los niños de sus males, o caen en manos perversas para ser reclutados en todo tipo de delitos.

Queremos creer que esa charla que tuvo José Alberto con Cristina Pacheco le hizo bien a su alma y afianzo su convicción de continuar siendo un ser humano de bien; admirable el estilo de la periodista y la fortaleza del entrevistado, que representa al mexicano de bien; que afortunadamente es la inmensa mayoría.

LINK DE LA ENTREVISTA:https://www.youtube.com/watch?v=aoQCdr912M4