“¡Ay Ahued!” Es lo menos que exclaman los automovilistas xalapeños al encontrarse a su paso con tramos de obra pública que está realizando el Ayuntamiento, a la que se han sumado varias obras estatales; es más, muchos capitalinos están encabronijados por las molestias generadas, pero aquí se aplica el refrán de “sufrir para merecer”, porque hemos visto que una vez concluida la obra la gente beneficiada anda rete contenta y ni se acuerda de que padecieron las complicaciones propias de la obra.

En dos años de gobierno Xalapa se ha transformado, y pasó del abandono total de Hipolento y el rezago de administraciones anteriores a una ciudad con vialidades adecuadas; además de que se ha hecho obra en lugares en donde las calles estaban destruidas después (y no exageramos) de 40 o 50 años sin atención alguna.
Ahued es sin duda el alcalde constructor, ha corrido riesgos de popularidad para lograrlo, pero dignificar la infraestructura de Xalapa fue su meta siempre, desde campaña lo planteó y lo planeó.

Don Ricardo ha realizado en estos años más obra pública de lo que se hizo en varias administraciones juntas, ya le tocaba a la ciudad después de que ciudades como Orizaba repuntaron y nuestra capital “se echó”, o la echaron más bien dicho.
Así que calma y nos amanecemos, nada ganamos con desesperarnos al realizar trayectos en mayor tiempo de lo esperado, porque pasados los arreglos esas vialidades serán lugares más dignos para transitar y nuestra ciudad un mejor lugar para vivir.