Samuel Alejandro García Sepúlveda, traía el síndrome de “Osvaldo Farrés”: “ansiedad, angustia y desesperación”, esto debido a que los diputados de oposición de Nuevo León le hicieron la maldad de nombrarle gobernador interino a un panista; Arturo Salinas, magistrado con licencia del Poder Judicial de la tierra del cabrito y del cabresto, cuestión que no estaba en el script de la película del Goberneitor.

Pero bueno, después de los trámites legales necesarios, la Suprema Corte de Justicia salió a su rescate; advierte:

“Existe impedimento expreso para cualquier servidor público del Poder Judicial para tener cargo o empleo del Gobierno, señalando expresamente que dicho impedimento aplica para quien goce de licencia, lo que indica que entonces aún y cuando haya sido concedida licencia al tercero interesado, éste no podría ocupar diverso cargo dentro del Gobierno, lo que incluye, desde luego, ser gobernador interino del estado”, así se lee en el documento emitido por el Poder Judicial de la Federación.

Se destaca que “debe entonces quedar como encargado de despacho el secretario General de Gobierno, Javier Luis Navarro Velasco” …. ¡Aplausos para Samuel! Logró a su “interino carnal”.

La bancada naranja analizó el documento y se encontraron fragmentos en los que en la sentencia se específica puntualmente que José Arturo Salinas Garza es inelegible y obsequió manzanas, en alusión al apodo del rechazado, a quien tacharon de “manzana podrida y envenenada… ¡Qué bonito!... a la altura de parvulitos de preescolar; que bueno que se divierten.